Sin tener en cuenta la rebaja del impuesto especial sobre la electricidad y las variaciones sobre otros impuestos, el IPC interanual alcanzó en abril el 9,3 %, un punto por encima de la tasa general del 8,3 %. Así lo refleja el IPC a impuestos constantes que el INE también publica en el marco de esta estadística.
En el último año, la calefacción, el alumbrado y la distribución de agua se han encarecido un 35,2 %; los aceites y grasas han elevado sus precios un 48,4 % y el transporte personal es un 13,2 % más caro por el mayor coste de los carburantes.
La inflación subyacente escala hasta el 4,4 %
La inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumentó en abril un punto, hasta el 4,4 %, su valor más alto desde diciembre de 1995. De este modo, la subyacente se sitúa casi cuatro puntos por debajo de la tasa del IPC general.
En tasa mensual, el IPC registró en abril un descenso del 0,2 % respecto a marzo, su primera caída tras dos meses de alzas. Se trata, además, de la primera tasa mensual negativa de la inflación en un mes de abril en 30 años, concretamente desde abril de 1992, según recoge Europa Press.
¿Qué significa esta cifra? Que los elevados precios de la electricidad y los carburantes se están trasladando de forma sostenida a los precios de la cesta de la compra. Pagar más por la energía supone encarecer los costes de producción y muchas empresas ya no pueden contener esas subidas. Han optado por subir precios o reducir su oferta.