El doble empujón de los bonos de descuento: al consumo y al comercio local

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

El comercio compostelana intenta paliar la sangría en las ventas con rebajas y ofertas muy agresivas
El comercio compostelana intenta paliar la sangría en las ventas con rebajas y ofertas muy agresivas Sandra Alonso

Antes que Galicia, China y Portugal también los emitieron para estimular la demanda

19 mar 2021 . Actualizado a las 11:11 h.

Estimular la demanda con descuentos es una estrategia que siempre ha funcionado. Lo saben bien desde hace tiempo los comercios de moda. Aquel que no cuelgue un cartel bien grande con un porcentaje de descuento en el escaparate, sea la época que sea, que se olvide de tener clientes. La cultura del consumo de rebajas, por pequeño que sea el descuento, no es solo un fenómeno local. Está extendido de Oriente a Occidente, y prueba de que funciona es que hasta China echó mano de él durante la pandemia, con un sistema parecido al que ha puesto en marcha la Xunta, solo que un año antes. En abril del 2020, cuando la pandemia arreciaba en Europa, el Estado chino, ya aliviado tras doblegar la curva de contagios, emitió la primera remesa de cupones de descuento por valor de más de 250 millones de euros para incentivar el consumo en sus vacíos centros comerciales y estimular el gasto en moda, entretenimiento y servicios.

También Portugal ha apostado por este tipo de medidas de estímulo. En septiembre del año pasado, destinó 50 millones de euros para la puesta en marcha de un nuevo programa de incentivos al consumo, enfocado al sector turístico, afectado por la crisis del coronavirus, que consistió en potenciar la demanda nacional mediante descuentos de hasta el 50 % en las reservas de hoteles, restaurantes o viajes en tren.

La situación del pequeño comercio en España y en Galicia justifica cualquier medida que contribuya a reanimar el consumo, más que nada, porque el comercio local que queda en pie tras meses de pandemia, restricciones de apertura y cierres perimetrales tiene ya poca capacidad de aguante. En el 2020, la pandemia se llevó por delante a 1.384 negocios emprendidos por trabajadores por cuenta propia en Galicia. En el año de la pandemia, se cerraron casi tantos bares y restaurantes (370 negocios) como comercios al por menor (309 cierres). Sirvan estos datos para ilustrar la dramática situación de los negocios a pie de calle regentados por autónomos, que serán los principales beneficiados de este plan de estímulo aprobado ayer por la Xunta.

¿Pero será suficiente con esto? Consultado el sector minorista, hay consenso general en que todo apoyo es bien recibido, aunque la fórmula de acceder a los bonos, mediante aplicación informática y código QR no convence porque, según explican «favorece a los más jóvenes, con menor poder adquisitivo y discrimina a los mayores, menos familiarizados con la tecnología». Tampoco convence al sector que los bonos sean accesibles a cualquier consumidor, independientemente de su poder adquisitivo.