El juez cesa a los responsables de Factorías Vulcano y declara la disolución del astillero

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

XOAN CARLOS GIL

La Xunta impulsa la posibilidad de que un empresario gallego encabece una oferta por las instalaciones

05 jul 2019 . Actualizado a las 12:17 h.

Se acabó. Factorías Vulcano ya forma parte de la historia irrecuperable del naval vigués. El auto de liquidación dictado ayer por el juez Sergio Burguillo (Juzgado de lo Mercantil número 3 de Vigo) declara oficialmente la disolución del astillero, fundado en 1919.

La orden judicial despoja a los responsables de Vulcano de toda facultad para seguir administrando o disponiendo de la sociedad concursada, y pone al frente del astillero al economista Emilio Rodríguez de Dios, que será el administrador del concurso de liquidación solicitado el pasado día 1 de julio por el consejo de administración de la empresa.

De Dios tiene 15 días de plazo a partir de este momento para presentar al juez un plan de liquidación del astillero. El auto del magistrado sugiere que «siempre que sea factible, el plan ha de contemplar la enajenación unitaria del conjunto de las unidades productivas», es decir, la adjudicación de las instalaciones a un único postor.

La idea, según explican fuentes judiciales, es evitar, en la medida en que eso sea posible, la subasta del astillero dividiendo los activos en lotes, porque ello impediría la reanudación de la actividad de construcción naval de grandes buques en manos de un nuevo dueño.

Esa es también la intención de la Administración gallega que, según fuentes del sector, está trabajando en impulsar que un empresario gallego del naval encabece una oferta para hacerse con las instalaciones de Vulcano.

Nuevo dueño gallego

Desde el sector se barajan dos posibilidades para dar continuidad a la actividad en la factoría: o bien poner en marcha un nuevo proyecto de astillero, o bien que el nuevo dueño sea capaz de liderar un consorcio de reparaciones navales, un viejo plan de la industria naval de la ría de Vigo, que siempre se ha topado con dificultades para salir adelante.

Esta estrategia a seguir la confirmó ayer el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, al afirmar en Vigo que la Xunta sondeará, junto con otros actores, oportunidades para mantener el empleo y la actividad productiva en Vulcano.

Conde explicó que, una vez solicitada la liquidación en el juzgado, «la prioridad es defender los derechos de los trabajadores y, en segundo lugar, conocer cuáles son las condiciones para que pueda continuar la actividad naval en Vulcano».

La mayor complejidad vendrá dada por la deuda que ha acabado por hundir al astillero, y que según estimaciones preliminares podría superar los 40 millones de euros, una carga económica demasiado pesada, aunque muy inferior a los 199 millones que llevaron al astillero en el 2010 a pedir el concurso de acreedores. Vulcano salió vivo de aquel proceso gracias a que Pymar, su principal acreedor, le perdonó 48 millones. Desde entonces, el periplo del astillero ha sido tormentoso, casi agónico durante nueve largos años a los que el auto judicial de ayer pone fin.