2018, crecimiento más moderado

d. casas REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Miguel Vidal / Reuters

El centro de estudios del BBVA vaticina un aumento de la economía gallega del 2,6 %, algo menor en España, condicionado por la tensión política en Cataluña

29 dic 2017 . Actualizado a las 08:42 h.

La tensión política en Cataluña sigue capitalizando la atención en todos los estudios de analistas e instituciones que examinan la evolución de la economía española. El centro de estudios BBVA Research lo ha vuelto a corroborar en su último informe correspondiente al observatorio regional del cuarto trimestre del 2017. Confirma dos tendencias de previsiones anteriores: el avance de la actividad en España a cierre de este año se situará en el 3,1 %, dos décimas menos que sus predicciones del pasado julio, que situaban el crecimiento del PIB en un 3,3 %, y un impacto similar para el 2018, para el que pronostica un dinamismo del 2,5 %. Pese a todo, las expectativas para el ejercicio que está a punto de comenzar son satisfactorias: «El crecimiento se consolida, aunque condicionado por el entorno político en Cataluña».

Sin embargo, los argumentos que emplea el BBVA para evaluar el comportamiento económico en estos últimos meses del año no solo se refieren a la confrontación política catalana sino que introduce «el decepcionante dinamismo de las exportaciones de bienes y en inversión en maquinaria», así como «la desaceleración del sector turístico y el consumo privado». Precisamente, es uno de estos factores, el de la reducción de las ventas de bienes al exterior, donde Galicia ha mostrado resultados inferiores a los esperados. Pero que invertirá la tendencia en el 2018 porque los países del entorno, principales receptores de estos bienes, se moverán en un contexto económico más favorable.

De todas formas, la actividad productiva, siendo buena, dejará de ser tan intensa. BBVA Research aporta tres razones: el agotamiento de los vientos de cola (precios bajos del petróleo, cotización del euro y la política monetaria del BCE), la saturación turística fundamentalmente en las comunidades del Mediterráneo e insulares y los efectos de los atentados terroristas sobre este sector, así como el incremento de la incertidumbre en Cataluña. La situación para esta comunidad, según el centro de estudios, será restrictiva. Hasta el punto de que reducirá sus previsiones de crecimiento entre cinco y nueve décimas (0,9 %), situando el aumento del PIB en el 2,1 %. De producirse un desgaste de casi un punto porcentual, siete décimas serían imputables a los efectos de la crisis política. Y de persistir ese escenario, esa mayor tensión se trasladaría negativamente a las decisiones de gasto tanto de consumidores como de empresas.

Solo las comunidades limítrofes a Cataluña y aquellas en las que haya mayores lazos comerciales podrían verse favorecidas o perjudicadas por la incertidumbre política, se asegura en el último informe de la entidad financiera.

El tirón exportador gallego

No es el caso de Galicia, que notará mayor vigor en las exportaciones de bienes y de la inversión -más estancadas en el 2017 al igual que el gasto, que se contuvo en los últimos trimestres- para su desarrollo. La actividad económica en la comunidad no estará tan expuesta como en aquellas en las que el peso del sector público (Extremadura y Andalucía) o el control del gasto por parte de la Administración del Estado (Cataluña y otras más endeudadas) es mayor. En cualquiera de estos casos, las previsiones sobre el avance de la actividad será menor durante el 2018.

En general, las previsiones indican un mayor deterioro de las perspectivas para Cataluña y para aquellas comunidades dependientes de los sectores turísticos, de servicios y de la construcción de viviendas. BBVA Research aboga por una mayor agenda reformadora para reducir el desempleo y mejorar la solvencia de las administraciones públicas.

Los «vientos de cola» se irán reduciendo, pero serán aún claves para España

 

El BBVA Research ha constatado en su último informe que la economía española sigue creciendo en el último tramo del año, sorteando «de momento» el efecto de la incertidumbre. Estima que el PIB podría crecer entre un 0,8 % y un 0,9 % en el último trimestre del año, en la línea de lo apuntado por el Banco de España, y cerrar el ejercicio con un alza de entre el 3,1 % y el 3,2 %.

Ahora bien, ¿ese crecimiento puede aislarse de los llamados vientos de cola, los apoyos que vienen desde el exterior, desde las medidas del Banco Central Europeo hasta el bajo precio del petróleo? No parece. El economista jefe para España del servicio de estudios del BBVA tiene claro que la política del BCE seguirá influyendo. «El mensaje sigue claro: la política expansiva de bajos tipos se va a prolongar bastante tiempo, el BCE ha decidido seguir comprando deuda pública al menos hasta septiembre, y quizá los tipos no se subirán hasta mediados del 2019», recuerda Miguel Cardoso. «No hay presión en los precios y salarios, esto hará que los tipos de interés se queden bajos y luego las subidas serán graduales y moderadas, y esto va a seguir siendo un soporte del crecimiento en España», añade.

Las consecuencias de esas políticas del BCE durante el próximo ejercicio, añade, están claras: «Hay mucha liquidez, y también necesidad de los bancos de seguir dando crédito».

El posible efecto Trump

Otro factor que puede condicionar la economía del 2018 serán las medidas más concretas y directas que pueda ejecutar la Administración de Donald Trump. Por ahora, dice Miguel Cardoso, su primer ejercicio no ha sido tan drástico en lo económico. «El entorno administrativo ha limitado bastante las decisiones que ha querido tomar y que podían ser negativas para la economía mundial. En términos de comercio se ha limitado la presencia de Estados Unidos en algunos tratados, y eso es negativo, sí, básicamente -añade el economista- un estancamiento en las negociaciones con Europa».

Fuera del comercio global, recuerda que en términos fiscales «hay un avance menos ambicioso de lo que proponía Trump, y eso puede afectar en la inflación a nivel mundial, o a la decisión de subir tipos de interés». «No creemos que vaya a influir en el BCE y tendremos un entorno de tipos bajos en Europa durante un largo período», insiste.