Una mejora con sombras, sobre todo por la caída de población activa

m. b. SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

MARCOS MÍGUEZ

El mercado laboral mejora y aumentan los ocupados, pero prolifera el empleo a media jornada y por horas

03 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La indudable mejora del mercado laboral gallego tiene que ser matizada, en gran medida, por el menor crecimiento del empleo en Galicia respecto a España, pero también por el comportamiento de otras variables, especialmente la caída de la población activa en los tramos de edad más jóvenes. Esto supone que tenemos un mercado de trabajo cada vez más envejecido. Según los datos de la EPA, desde el comienzo de la crisis económica, los activos gallegos comprendidos entre los 25 y los 34 años descendieron en 128.000, y crecieron en 98.600 en el caso de los mayores de 45 años.

Este descenso está inducido por la confluencia de dos variables: la emigración de las personas jóvenes más cualificadas por el deterioro de las condiciones de trabajo y las pocas expectativas laborales, y en segundo lugar la falta de relevo generacional en las cohortes de edad por la baja tasa de natalidad que arrastra la comunidad gallega desde hace ya décadas.

Otra de las cuestiones a mejorar en el mercado laboral es la elevada temporalidad y la corta duración de los contratos. El mercado laboral mejora y aumentan los ocupados, pero prolifera el empleo a media jornada y por horas y, en consecuencia, con peores salarios. Esta es una de las cuestiones sobre las que incide especialmente la última memoria del Consello Económico y Social, que advierte de la necesidad de apostar un crecimiento económico más inclusivo y que permita mejorar el bienestar de los gallegos.

Por último, se hace necesario llevar a cabo una serie de medidas específicas para luchar contra el desempleo de los más jóvenes y, sobre todo, de los llamados parados de larga duración. El número de personas que en el año 2016 llevaban más de un año en la búsqueda de empleo ascendió a 125.900 personas, de las que 64.000 son hombres y 61.900, mujeres.

En este sentido, los expertos también consideran necesario adecuar de manera continuada la formación de los parados a lo que demandan las empresas para mejorar la empleabilidad de la población. Esta es otra de las grandes asignaturas pendientes, pero los recortes en políticas activas de empleo y fondos públicos para la formación tampoco han ayudado a mejorar en estos indicadores a lo largo de los últimos años.