El Plan de Relanzamiento de la Industria Eólica pretende mejorar la capacidad productiva, asegurar el acceso de la industria a los mercados internacionales y potenciar la I+D+i
16 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Tras años de desencuentros, el Ministerio de Industria y la patronal eólica fumaron ayer la pipa de la paz para lanzar un plan conjunto de medidas para tratar de relanzar un sector maltrecho y paralizado por el recorte asestado a las primas a las renovables. No es que ahora se vayan a recuperar esos incentivos, no. El llamado Plan de Relanzamiento de la Industria Eólica (PRIE) incorpora quince medidas concretas, consensuadas con el sector, para mejorar la capacidad productiva, asegurar el acceso de la industria a los mercados internacionales y potenciar la I+D+i.
El plan habla de medidas concretas, pero no lo son tanto. Propone, por ejemplo, «analizar medidas para promover la sustitución de aerogeneradores en los parques eólicos más antiguos». O «estudiar las especificidades financieras de las empresas industriales del sector eólico para poder tener una imagen más fiel de la realidad económico-financiera de las mismas y de esta manera abordar la posibilidad de modificaciones con carácter horizontal en los ratios de evaluación de los programas de reindustrialización y competitividad del Ministerio de Industria».
El plan propone también reducción de tasas y optimización de la logística portuaria, el apoyo a la industria en licitaciones en terceros países y el impulso a acuerdos comerciales para eliminar aranceles.
El secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, avanzó que, a mayores de este plan, «en breve» se convocará la subasta de 500 megavatios eólicos y destacó que si resulta exitosa organizarán más. Estas pujas sí incentivarán la instalación de más aerogeneradores (o la sustitución de los más viejos) pues incluirán incentivos públicos.
El presidente de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), Juan Diego Díaz, justificó la necesidad del plan en la parálisis del mercado interior por la situación económica y la incertidumbre regulatoria, lo que ha traído consigo cierres de fábricas y despidos. «En el 2009 se instalaron 1.332 aerogeneradores en España; en 2014, solo trece», destacó.
Subrayó que el PRIE puede suponer un incremento del 35 % del valor de las exportaciones del sector hasta una media anual de 3.000 millones en el 2020; la creación de 3.500 nuevos puestos de trabajo industriales; y una recaudación fiscal adicional de entre 30 y 40 millones anuales.