China siembra el rojo en las bolsas

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

ROLEX DELA PENA | EFE

Tras un agosto aciago, los parqués inician septiembre con pérdidas por el miedo a que la ralentización del gigante dé al traste con la recuperación mundial

02 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Con el culebrón griego encarrilado -al menos, sobre el papel-, eran muchos los que apostaban por un verano tranquilo en las bolsas. De esos sin sobresaltos. De los que no se recuerdan muchos en los parqués. Porque, dicho sea de paso, no acostumbra agosto a ser un remanso de calma para los inversores. Es más, algunos de los sobresaltos más importantes de la historia han tenido lugar en ese mes. Octubre se lleva la palma en eso de los cracs, pero agosto tampoco se queda corto. Basta con recordar el infierno que resultó ser el de hace tres años, con la tormenta de deuda en pleno apogeo.

Pues bien, cuando más de uno -y de dos- se disponía a sestear, llegó China con su crisis bursátil y le truncó los planes. Tanto, que agosto ha sido el peor mes en más de tres años, con caídas que, en el caso de España, superaron el 8 %; y hasta un lunes negro, el día 24, que sumar a los anales del mercado.

Y lo peor es que septiembre no ha empezado mejor. La causa, la misma: las dudas sobre la salud de la economía china y el temor a que la ralentización del gigante amarillo y de otros países emergentes acabe dando al traste con la recuperación mundial. Sin el impulso de Brasil -su PIB cayó un 1,9 % hasta junio-, Rusia -lastrada por los precios de las materias primas- o el propio mastodonte asiático, la economía mundial no podrá avanzar como se esperaba hasta ahora. Esta vez, los temores los reavivó la caída del índice de la actividad manufacturera en China, que se situó en agosto en 49,7 puntos, por debajo del listón de los 50, el que marca la frontera entre la contracción y la expansión económica. Además, se encuentra en el nivel más bajo de los últimos tres años.

Con este telón de fondo, la jornada comenzó mal en Asia: el Nikkei, el principal indicador de la bolsa japonesa, se dejó un 3,84 %, mientras que Shanghái bajó otro 1,23 % y Shenzhen, un 4,6 %, después de perder más del 40 % de su valor desde mediados de junio. Y siguió por los mismos derroteros en Europa. En casa, el Ibex, que acabó agosto con un varapalo del 8,2 %, cedió otro 2,59 % y dijo adiós a los 10.000 puntos. Cerró en 9.992,80 puntos, con todos sus valores en rojo -el color con el que reflejan las pérdidas en las pantallas bursátiles-, menos Sacyr, que subió un 1,47 %, tras anunciar la víspera que retomará el pago del dividendo, interrumpido en el 2008.

Wall Street agrava las pérdidas

En Europa, las pérdidas se agravaron tras una mala apertura de Wall Street. Al final, Londres se dejó un 3,03 %; Lisboa, un 2,55 %; París, el 2,40 %; Fráncfort, un 2,38 %; y Milán acabó retrocediendo un 2,24 %.