La leche gala sí tiene precio mínimo

Xoán Ramón Alvite Alvite
Xoán Ramón Alvite REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

SUSO PENA

El peso de Francia en el marco agrario europeo y la cohesión de su sector, principales motivos

12 ago 2015 . Actualizado a las 17:06 h.

Apenas diez días antes de que Carlos Cabanas, secretario general de Agricultura y Alimentación, descartase totalmente la posibilidad de establecer un precio mínimo para la leche en España, el ministro francés de Agricultura, Stephane Le Foll, cerraba una reunión con todos los agentes del sector cerrando un acuerdo en esta misma línea. Los ganaderos galos cobrarán, al menos hasta el mes de diciembre, un precio mínimo de 34 céntimos por litro, cuatro más que en este momento y siete céntimos por encima de lo que vienen percibiendo los productores gallegos. ¿Por qué allí sí y aquí no? Evidentemente por una decisión puramente política, pero también por el peso que tradicionalmente viene manteniendo Francia en el marco agrario europeo y, sobre todo, por una cohesión y organización de todo el sector inexistente en España.

La industria

Apoyo sin apenas queja. Las industrias lácteas francesas representadas a través de la FNIL (Fédération Nationale des Industries Laitières) no mostraron ninguna oposición a la propuesta del Ministerio de Agricultura más allá de las discretas quejas por el hecho de que las subidas lineales solo vayan a repercutirse en determinados productos y no en la totalidad de los derivados lácteos. En este sentido, el sector acordó que los repuntes del precio se limiten a la leche de marcas de distribución, la mantequilla, la nata, los yogures naturales y el queso Emmental. En idéntica línea parece haber actuado también la distribución, paradójicamente la misma que aquí banaliza la leche utilizándola como producto reclamo en los súper. En la culminación de este proceso también ha tenido una importancia mayúscula la interprofesional láctea francesa. Al contrario de lo que sucede con la INLAC española, que sigue sin tener el peso que debiera, la CNIEL gala, con más de cuarenta años de existencia, es el organismo sobre el que se vertebra la totalidad de las relaciones entre el sector industrial y el productor.

Las movilizaciones

Días de fuerte presión. No menos relevantes han sido las movilizaciones llevadas a cabo por las asociaciones profesionales agrarias, poco o nada parecidas a las que tienen lugar en Galicia. Durante varios días se bloquearon las salidas de diversas industrias lácteas además de atacar fuertemente varias cadenas de distribución e incluso se arremetió contra las importaciones de leche procedentes de terceros países. Aquí sí se están repitiendo las tractoradas: ha habido en Santa Comba, Chantada y Melide, sumando la que tuvo lugar ayer en Guitiriz y la de hoy en Lalín.

El precedente

Sin miedo a Competencia o Bruselas. Las normas de Competencia en España son la principal duda que genera el acuerdo galo y el argumento sobre el que fundamenta el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente su negativa a adoptar una medida similar en España. Tal y como señaló el propio Carlos Cabanas, el ministerio elevó una consulta a las autoridades estatales de Competencia y a Bruselas y, al parecer, la fijación de un precio mínimo puede no resultar legal. Pero los franceses, en cambio, repiten: ya hicieron algo similar con los precios en el 2011 -la subida entonces fue de 2 céntimos- sin que, hasta la fecha, los responsables hayan recibido ninguna sanción por ello.

El peso político

Marcando la agenda europea. Y en medio de una gran crisis láctea global, han sido los propios franceses los que han promovido una reunión de ministros de agricultura europeos para el 7 de septiembre con el fin de tratar estas y otras medidas que poner en marcha ante la actual crisis láctea. La principal es la activación de los mecanismos de intervención que tiene previsto la Unión para regular los mercados en situaciones de precios bajos, medida también planteada por las organizaciones gallegas al número dos del ministerio, y que tampoco ha tenido aceptación.