Las autoridades levantaron en Galicia 4.526 actas de infracción en el 2014
19 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El plan de lucha contra el fraude laboral que impulsan de forma conjunta la Xunta y el Ministerio de Trabajo propició que el pasado año se desarrollaran en la comunidad casi 82.000 actuaciones, que desencadenaron 4.526 actas de infracción (3.400 en el 2013) y multas por valor de 16,9 millones (16 un año antes) a las empresas que operan en el territorio gallego. Esos son los primeros datos del balance de la inspección laboral del 2014, que vuelve a evidenciar que el grueso de las infracciones se concentra en el fraude a la Seguridad Social, que acapara más de la mitad de los expedientes abiertos (2.944) y el 63 % de las sanciones (10,7 millones). El engaño es también frecuente en el ámbito de las relaciones laborales, con más de 8.000 inspecciones, 690 actas de infracción y multas por valor de 1,7 millones. Desde el año 2012, como consecuencia de la crisis, la Consellería de Traballo lleva a cabo una campaña de control del fraude en los ERE en colaboración con los funcionarios del ministerio. Galicia fue la primera comunidad en desarrollar una iniciativa de este tipo con el objetivo de supervisar el cumplimiento de las condiciones de los expedientes de suspensión y de reducción de jornada.
Dentro de la lucha contra el fraude y en relación con el empleo a extranjeros se llevaron a cabo en el 2014 algo más de 4.000 inspecciones, con 132 expedientes y sanciones que alcanzan los 1,12 millones de euros.
A esto se suma el trabajo de supervisión en materia de seguridad en el trabajo, que concentra una cuarta parte del total de inspecciones (20.127), medio millar de actas de infracción y un volumen global de multas por valor de 2,7 millones de euros, el 16 % del total.
Economía sumergida
A lo largo de este año, la mayor parte del trabajo de la inspección se concentrará en el plan de lucha contra la economía sumergida. De forma coordinada, la Xunta y el ministerio intensificarán el control sobre los falsos contratos a tiempo parcial, es decir, empleos a media jornada que en realidad encubren trabajos a tiempo completo. El auge de este tipo de contrataciones en la salida de la crisis - una de las fórmulas más utilizadas por las empresas- y el hecho de que el empleo se concentre en sectores estacionales que se amoldan a esta figura han llevado a las autoridades a incrementar la vigilancia sobre los falsos contratos a tiempo parcial, constantemente denunciados por las centrales sindicales.
La Xunta ya puso en marcha en el año 2013 un plan para combatir en la comunidad el empleo no declarado, que genera una competencia desleal entre las empresas y que se concreta en distintos tipos de irregularidades. Las inspecciones se concentran en detectar casos de falta de afiliación y alta en la Seguridad Social, una de las infracciones más comunes. Y en otros delitos, como el cobro indebido de prestaciones y la vigilancia para evitar la contratación de extranjeros sin permiso de trabajo o con la autorización ya caducada.