La separación de residuos ya se hace a bordo de los barcos

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Los residuos se almacenan en contenedores con código QR.
Los residuos se almacenan en contenedores con código QR.

La Cooperativa de Armadores de Vigo ensaya el proyecto Isla Verde en 8 barcos para prevenir la contaminación marina

22 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Sensibilizar a las tripulaciones de la importancia que tiene la recogida y tratamiento de residuos a bordo como paso fundamental para prevenir la contaminación marina y proteger la fauna y la flora, son los objetivos que se ha marcado la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi) a la hora de promover el proyecto Isla Verde. Cofinanciado por el Fondo Europeo de Pesca y la Fundación Biodiversidad, acaba de cerrar el trabajo de campo con «resultados más que prometedores», según sus impulsores.

Según explicó ayer el presidente de Arvi, Javier Touza, con ocasión de la jornada de cierre en dicho trabajo, han participado ocho buques de distintas modalidades -palangre de superficie, cerquero y arrastreros de Gran Sol y NAFO-, con el fin de constatar las diferentes necesidades de cada una de ellas en relación con los tipos de residuos que se pretenden gestionar a bordo: sanitarios, plásticos, aceite de cocina, metal...

La idea, afirma Touza, es que al menos un 20 % de la flota que opera habitualmente en Vigo se sume al proyecto a lo largo de este año y que a medio plazo pueda llegar a la práctica totalidad. La respuesta será más inmediata en la medida en la que el proyecto Isla Verde tenga continuidad y se mantengan las ayudas. Añade que del interés de los armadores por una gestión responsable dice mucho el hecho de que en un puñado de pesqueros de altura se han instalado compactadoras para reducir al mínimo el volumen de los residuos, ya que si algo no sobra en los barcos es espacio.

El presidente de Arvi asegura que en gran medida la iniciativa, además de prevenir la contaminación y con ello reducir riesgos para la salud humana, se quiere dar respuesta a una demanda cada vez más fuerte de los consumidores, que les lleva a elegir pescado capturado por barcos verdes.

El proyecto tiene una segunda pata no menos importante, el tratamiento de residuos una vez llegados a puerto. Con tal motivo, se ha desarrollado una ambiciosa solución tecnológica que garantiza la trazabilidad de la basura. Para ello, se dotan los contenedores con códigos QR, lo que permite identificar unívocamente el buque y el tipo de residuo, de forma que al llegar al muelle ya están esperando los medios materiales necesarios para la recogida. En este sentido, resulta vital el concurso de la Autoridad Portuaria. El registro continuado de este proceso permite analizar los datos de forma unificada, extrayendo un conocimiento de alto valor para la gestión medioambiental del puerto.