Martinsa tendrá al menos dos semanas para seguir negociando con los bancos

G. L. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Presentó una propuesta para modificar el convenio de acreedores con el que emergió del mayor concurso de la historia de España

31 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Como había anunciado la víspera a sus bancos acreedores, Martinsa-Fadesa registró ayer en los juzgados de A Coruña su propuesta para modificar el convenio de acreedores con el que emergió del mayor concurso de la historia de España. Casi cuatro años después de aquel momento, la empresa ha tenido que reconocer que no tiene capacidad para hacer frente al pago de la cuota anual de su deuda, lo que supondría el segundo impago consecutivo y la abocaría a la liquidación.

Para esquivar este escenario, la dirección de la inmobiliaria lleva meses negociando con sus bancos acreedores para cerrar un acuerdo que reduzca la losa de deuda que aún soporta y garantice la viabilidad futura de la compañía. Pero no ha conseguido llegar a un acuerdo antes de que venciera el plazo, por lo que ha optado por ganar tiempo y registrar su propuesta, que incluye una abultada quita -cercana al 70 %- y el canje del resto por activos, pese a que no está consensuada.

Para sacarla adelante, necesita el visto bueno del juez de lo mercantil que supervisa el cumplimiento de su convenio y el voto afirmativo de acreedores que supongan un 75 % de los créditos ordinarios. Un proceso que, según explicaron ayer fuentes judiciales, se demorará al menos dos semanas. Y es que el escrito de la compañía fue presentado por registro y aún no ha sido recibido en el Juzgado de lo Mercantil número 1 de A Coruña. No llegará hasta, como muy pronto, el viernes. Y a partir de ahí se abrirá el plazo para comunicar la propuesta a los acreedores, que tendrán diez días para formular alegaciones. Concluido este, será el magistrado el que marque el calendario, aunque todo apunta a que la votación no se produciría antes de mediados de enero, como muy pronto.

Un tiempo de descuento en el que podrá seguir negociando su salvación con la banca.