El juez se ha volcado en las causas políticas para evitar ser apartado
11 dic 2014 . Actualizado a las 12:16 h.Centenares de carpetas rotuladas con los nombres de Gürtel, Bárcenas, Pujol o SGAE conviven en los archivos del Juzgado de Instrucción 5 de la Audiencia Nacional con las del caso Pescanova. Pero los varios miles de folios que acumula ya el sumario del mayor grupo pesquero gallego llevan semanas amontonados sin apenas movimiento. Nada que ver con el trasiego diario de documentos de las trama de corrupción política, según constatan distintas fuentes jurídicas personadas contra los antiguos responsables de la compañía pesquera.
El 23 de mayo del 2013, el juez Pablo Ruz (responsable de esta sala en comisión de servicios desde hace 4 años) admitió a trámite las primeras cuatro querellas presentadas por accionistas de Pescanova y declaró a su juzgado competente para investigar si sus directivos (Manuel Fernández seguía en la presidencia, con su equipo de gestión) podían haber cometidos presuntos delitos de falseamiento de información económica y financiera o de uso de información relevante.
Desde entonces, la tramitación ha avanzado de forma «correcta» e incluso «ágil», dentro de los tiempos en los que se mueve el mundo de la judicatura en España. De hecho, solo dos meses después del primer auto de Ruz, ya estaban declarando en Madrid los diez primeros imputados. La trama ha ido evolucionando, hasta un total de 18 acusados y, por el medio, ha habido informes policiales, tomas de declaración de hasta un centenar de testigos, además de los correspondientes recursos y requerimientos.
Pero los abogados personados atribuyen a la autopresión que se ha impuesto el magistrado para agilizar los casos políticos, la lentitud en la que ha entrado el proceso desde septiembre pasado, y ponen como ejemplo la demora con la que se va a proceder al embargo de bienes de los principales imputados para afrontar la fianza solidaria de 158 millones.
Peleará por la plaza
«Ruz ha estado agilizando las causas políticas para avanzar todo lo posible y evitar que se las pudieran quitar», aseguran representantes legales de la parte imputada, que consideran que la decisión del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) de sacar a concurso la plaza que ahora ocupa supone la oportunidad que el magistrado estaba esperando para ganarla en propiedad. «La situación de Ruz hasta ahora, en eterna comisión de servicios, era un callejón sin salida. En marzo saldrá a concurso la plaza y él se va a presentar para pasar a ser el juez titular», dan por hecho estas fuentes.
Mientras tanto, en los tres meses que quedan por delante, los abogados dan por sentado que las tramas de corrupción política seguirán teniendo protagonismo sobre la mesa de trabajo de Ruz por encima de asuntos como el de Pescanova. «Es una estrategia que le va bien al juez. Hacer que de aquí a tres meses los asuntos de Gürtel o Bárcenas sigan muy candentes para garantizarse la plaza a la que aspira», afirman estas fuentes.
A juicio en el 2016
Los representantes legales de la parte de la acusación no ocultan su incomodidad por la lenta en la que ha entrado el caso Pescanova.
¿Cuánto falta para saber quiénes son responsables de llevar a Pescanova al borde de la quiebra y de engañar a sus accionistas? Fuentes jurídicas hablan de al menos un año más, al menos si todo sigue al ritmo actual. Se quejan de que, a estas alturas, el sumario ya tendría que estar cerrado. «El problema es que se han pedido comisiones rogatorias (para la petición de pruebas en el extranjero) y no se puede cerrar el sumario hasta que lleguen», explican.
Los pasos serán los escritos de acusación y la decisión de apertura del juicio oral. «Es razonable que todo eso -como los eventuales recursos- se resuelva a lo largo del 2015 para ir a juicio en el 2016», afirman.