Dos años después de que el municipio ourensano de Trasmiras sonara como posible base de experimentación de aviones no tripulados de la OTAN, fuentes del Ministerio de Defensa confirman la existencia de un proyecto que ha quedado paralizado por cuestiones presupuestarias.
Según estas fuentes, el departamento que dirige Pedro Morenés ha llegado a tener en su poder un estudio de la compañía americana Northrop Grumman que consideraba idóneo el emplazamiento de Trasmiras para operar el programa Global Hawk, uno de los aviones no tripulados más grandes del mundo.
Este proyecto habría requerido la construcción de una gran base y un centro de mando para procesar la información facilitada por las aeronaves no tripuladas. El importe de su construcción llegó a estar estimado en más de 250 millones de euros, pero ahí se quedaron los planes de los americanos.
Defensa aclara que nunca se ha planteado situar el centro de investigación del INTA en Trasmiras en lugar de en Lugo. «No tendría sentido el gasto, porque en Rozas el aeródromo ya está hecho y en Trasmiras habría que empezar de cero», afirma.