El Gobierno quiere acabar con la «trituradora de empresas» que actualmente es la ley concursal -en palabras del ministro de Economía-, por lo que Luis de Guindos avanzó ayer en Santander que el Ejecutivo pretende introducir «un nuevo trámite» para que «antes de resolver empresas en dificultades, se les aplique una quita y se puedan hacer ofertas para quedarse con el negocio en marcha».
Explicó que la intención es «extender» los cambios introducidos en la fase preconcursal de la norma, para flexibilizar las condiciones de refinanciación y reestructuración de la deuda empresarial, también a la fase concursal. El objetivo es claro: agotar todas las vías posibles para que las empresas sigan en marcha. «El esfuerzo va a ser para que las empresas no se cierren», insistió.
«Queremos que en el concurso haya un trámite, bajo la tutela del juez, que permita que haya ofertas por el negocio. Los acreedores recuperarán más por la venta completa que por partes. Se trata de que los administradores concursales no sean liquidadores, sino que tengan incentivos para mantener la empresa», añadió.