La alargada sombra de la prórroga del rescate bancario a España ha comenzado a diluirse de tal forma que en Bruselas el grupo de eurofuncionarios partidarios de activar algún tipo de acompañamiento en el 2014 a modo de red de seguridad ya es minoría.
Aunque no será hasta el 15 de noviembre cuando se decida sobre el futuro de un rescate hasta 100.000 millones de euros de los que España solo ha empleado en torno a 41.000, las quinielas sobre el qué pasará hace semanas que dominan la agenda.
Y ayer, los rumores se convirtieron en afirmaciones de cierta relevancia. Un alto funcionario del Eurogrupo descartó que la prórroga del rescate vaya a producirse, y en relación a posibles medidas de acompañamiento, dejó la pelota en el tejado del Gobierno de Rajoy. «Las autoridades españolas han dejado totalmente claro que cualquier programa de seguimiento es innecesario y no va a producirse. Si España simplemente no lo pide hay un acuerdo tácito de que nadie la va a presionar», apostilló antes de recordar que la vigilancia sobre el cumplimiento del déficit será muy estrecha, clave de bóveda de la política europea
Las diferentes alternativas existentes comenzarán a estudiarse la próxima semana, en la reunión que el Eurogrupo y el Ecofin mantendrán en Luxemburgo el lunes y el martes. Allí también se abordará la situación de Grecia, Irlanda o Portugal, economías rescatadas en su conjunto -no solo el sistema bancario- que «nada tienen que ver con España». «Aquí hubo un problema de que el país se quedara realmente fuera de los mercados por una prima de riesgo elevada que se ha reducido de manera importante», recalcó esta misma fuente.