Con pactos de precios o sin ellos, al consumidor lo que deben preocuparle son los hechos. Y los hechos son que los precios de los carburantes cabalgan de nuevo hacia los máximos históricos que se alcancaron en el fatídico mes de agosto del 2012, cuando el litro de gasolina tocó el techo de 1,52 euros por litro y el de gasoil, 1,43.
Según los últimos datos oficiales hechos públicos ayer por el boletín petrolero de la Unión Europea, los precios medios esta semana de ambos carburantes han registrado subidas del 1,5 % y del 0,5 %, respectivamente, en la última semana.
Concretamente, el litro de gasolina cuesta 1,472 euros y acumula un encarecimiento del 2,1 % desde comienzos de julio, cuando se inició la temporada estival. Su precio es ahora un 9 % superior al de la misma semana del año pasado.
El litro de gasoil, por su parte, cuesta 1,372 euros, un 2,4 % más que a comienzos de mes y un 6,7% que hace un año.
Julio ya fue en el 2011 y en el 2012 un mes de subidas, especialmente en el último ejercicio.