El descrédito del Banco de España

sofía vázquez / M. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Sede central del Banco de España, en Madrid.
Sede central del Banco de España, en Madrid. benito ordóñez< / span>

El órdago de los inspectores a Luis Linde lleva al regulador ante la Fiscalía

13 ene 2013 . Actualizado a las 07:01 h.

La filtración a la prensa del informe elaborado por una asociación que representa a buena parte de los inspectores del Banco de España ha puesto en el objetivo de la Fiscalía General del Estado la cuestionada gestión del regulador desde los años previos a la crisis financiera hasta la obligada reestructuración de la banca española.

Este colectivo profesional de élite acusa al máximo órgano de control de los bancos de transigir con los comportamientos delictivos de algunos gestores de entidades financieras y de haber mirado hacia otro lado cuando recibían informes de los funcionarios con indicios de irregularidades.

Ante la gravedad de la imputación, que llega en pleno proceso de intervención de la banca por parte de las autoridades europeas, la Fiscalía ya ha comenzado a pedir documentación al Banco de España para fundamentar la denuncia -posteriormente matizada por los propios inspectores- o desestimarla.

¿Qué motiva el órdago de los inspectores contra el actual gobernador?

El memorando de entendimiento para el rescate bancario ha sido el detonante, ya que incluyó el compromiso del Banco de España de realizar una revisión interna de sus sistemas de control para identificar deficiencias o errores cometidos. Pues bien, las denuncias que han provocado la intervención de la Fiscalía son el resultado del documento presentado por la Asociación de Inspectores de Entidades de Crédito del Banco de España ante la comisión interna que se encarga de realizar esta revisión. No hay que olvidar que los inspectores son un cuerpo de élite que se ha visto dañado y ninguneado por la intervención externa de auditores y «hombres de negro» que han radiografiado a la banca española basándose en su trabajo. Las denuncias responden, por lo tanto, a una necesidad de reivindicación y mejor posicionamiento laboral.

¿Qué denuncian los inspectores en el informe?

Entre algunas de las afirmaciones más graves, este cuerpo técnico revela, por ejemplo, que «la forma habitual de reacción ante los indicios de delito es mirar hacia otro lado», que «los problemas se conocían, simplemente ha habido una falta de actuación», que «los procesos de toma de decisiones son inadecuados y poco transparentes» o que «hay un excesivo nivel de filtros que solo tienen sentido para modular las conclusiones de la inspección».

De ser así ¿es culpable el regulador de la deriva de la banca española?

La desaparición de las cajas de ahorros, que constituían la mitad del sistema financiero español hace apenas un lustro, arrastradas por el derrumbe del sector inmobiliario y la política crediticia, no son el mejor aval para la actuación del Banco de España durante los últimos años. Ya en mayo del 2006, los inspectores enviaron una carta al por aquel entonces ministro de Economía, Pedro Solbes, en la que avisaban de «la complaciente lectura de la situación económica española» del que era el gobernador, Jaime Caruana, así como de la falta de acción ante ciertos desequilibrios, ya detectados, en el proceder de los bancos y relacionados con la acumulación excesiva de riesgos. La advertencia quedó en papel mojado. Después, durante la etapa de Miguel Ángel Fernández Ordóñez como gobernador, los inspectores ya evidenciaron su descontento, acusándolo a él y al resto de los responsables, entre otros, Javier Ariztegui, segundo de a bordo, de dejación de funciones, y de hechos más graves, como la alteración del contenido de los informes.

¿Hasta qué punto la política ha influido en el Banco de España?

El alto grado de politización que viene arrastrando el máximo supervisor de la banca española parte fundamentalmente del año 2000, con la entrada de Jaime Caruana como gobernador. Es entonces cuando comienzan los problemas de la banca que nadie quiere ver, y que se irán agravando en la etapa siguiente, a partir del 2006 (los mandatos de los gobernadores del Banco de España duran seis años), con Miguel Ángel Fernández Ordóñez. En él han recaído buena parte de las acusaciones sobre el desastre de las cajas nacionalizadas, y especialmente de Bankia; además del devastador efecto de los ineficaces planes de saneamiento aprobados por el regulador, y su impacto en la destrucción de más de 30.000 empleos en cajas y bancos que tal vez se habrían evitado si el regulador hubiera actuado como tal.

¿Qué papel juega Linde en la restauración del crédito del regulador?

El actual gobernador del Banco de España, que llegó de la mano del ministro De Guindos para poner orden en el regulador, se enfrenta a una institución cuya imagen de excelencia se encuentra gravemente deteriorada. En su haber cuenta con las cualidades que la institución precisa para dejar atrás una etapa de politización y desprestigio y emprender otra que recupere la credibilidad.