Las operaciones de las firmas gallegas en los mercados extranjeros aumentan, aunque a un ritmo lento
19 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.«El mercado interior está destrozado». La categórica afirmación fue pronunciada hace poco por un directivo de Sociedad Textil Lonia para referirse a la caída del consumo interno y la necesidad de intentar compensar en el exterior la caída de las ventas en España. Adolfo Domínguez comunicó recientemente a la CNMV que su estrategia futura pasa por crecer fuera con la apertura de nuevas tiendas, sobre todo a través de franquicias, adelantando el cierre de los puntos de venta que no sean rentables.
Las exportaciones son, a priori, una de las vías que tienen las firmas para paliar la dura crisis que arrastra la industria gallega de la moda y la confección. Los datos corroboran que el esfuerzo parece que comienza a dar sus frutos. Según el Instituto de Comercio Exterior (Icex), en enero y febrero de este año las exportaciones del textil gallego sumaron 419 millones de euros, lo que representa una tasa de incidencia del 14,6% sobre el conjunto de las ventas externas de la comunidad y un incremento interanual del 75%.
Eso supondría que la internacionalización de las empresas va por buen camino y mejoraría las operaciones formalizadas en ejercicios anteriores. La Agencia Tributaria aprecia un leve crecimiento de un 1,55% en el 2010 con respecto al año precedente, pero otras comunidades han tenido un comportamiento más favorable. De hecho, en Cataluña y Aragón las exportaciones crecieron un 14,2% y un 33,2%, respectivamente.
El textil gallego colocó en los mercados exteriores en el 2010 2.392 millones de euros. Sin embargo, las cifras pueden inducir a error: la mayor parte de las ventas fuera de España llevan alguna de las marcas de Inditex. El resto de los fabricantes gallegos están a años luz de la multinacional.
Las textiles de Pontevedra cerraron el 2010 con una caída del 6,5% de sus exportaciones y en Ourense, el descenso fue del 0,67%. En este caso, Sociedad Textil Lonia y Adolfo Domínguez han sido las que han aguantado el tirón. En Lugo crecieron un 21,7%, pero el peso del sector en esta provincia es menor que en las otras tres. Por lo tanto, el camino dista mucho de estar allanado, aunque los datos que maneja la patronal inducen a una lectura positiva.
En cuanto al destino de las exportaciones gallegas, también hay un cambio de tendencia. Portugal era hasta hace unos años uno de los receptores de las prendas elaboradas en Galicia, pero este país «ya no es nuestro principal socio comercial», según el análisis de las exportaciones que hace el clúster de la moda gallega.
Pese a que la industria intenta colocar sus productos en Asia y América, Europa sigue siendo el principal receptor de los artículos de moda de las marcas gallegas. Francia es el mejor cliente, con el 12,5% del total, seguida de Italia (11,91%), el Reino Unido (6,47%) o Alemania (5,42%).
El mercado ruso ofrece también buenas perspectivas, aunque entrar en él es aún difícil, como reconocen la mayor parte de los empresarios. Con todo, en Moscú se realizan dos eventos promocionales de moda al año y entre las empresas españolas que participan, la mayoría son gallegas.