La caja dice tener ya inversores y completará el accionariado con el FROB
25 mar 2011 . Actualizado a las 09:35 h.El consejo de Novacaixagalicia aprobó ayer trasladar al Banco de España un proyecto de negocio que pasa por crear un banco en el que habrá inversores privados que controlarán como mínimo un 25% de sus acciones. Estos inversores serán nacionales y extranjeros, tendrán un carácter estratégico (es decir, de larga duración) y, a través de ellos, estarán representados distintos sectores económicos. La caja dijo ayer que ya cuenta con varios interesados. En función del capital captado y del valor de mercado de la entidad gallega, los órganos de dirección de NCG pedirán más o menos ayudas al FROB 2, hasta completar las nuevas exigencias de solvencia. Hacen falta 1.527 millones para llegar al 8% de capital principal que le exige el Gobierno.
Mediante esta fórmula, la caja seguirá siendo una caja y no una fundación, mantendrá el control del nuevo banco, que seguirá vinculado estratégicamente a Galicia y que podría contar con una mayoría de capital de la comunidad.
Serán precisamente los inversores privados los que minimicen la entrada del FROB, sin nacionalización, y cuya presencia será temporal, por un máximo de dos años. La caja se acoge así a una opción que fue pensada para las cajas catalanas. Esta vía permite a los dos años, en el segundo semestre del 2013, vender la participación que tome el FROB a otra institución. La caja gallega ha decidido que, en esta segunda fase, la salida del capital público se materialice a través de una colocación en Bolsa entre pequeños accionistas.
De acuerdo con la advertencia que la CNMV les hizo a las cajas en proceso de reestructuración, al menos han de sacar el 25% de su capital al mercado, y entre el 30 y el 25% de esa participación ha de corresponderse con inversores cualificados.
La caja se enfrenta también a que el Banco de España le niegue el aval del esquema de protección de activos (EPA), un blindaje para segundas pérdidas que estaría dispuesta a apoyar la Xunta. Una negativa del regulador, sin embargo, impediría al Ejecutivo gallego ejercer como avalista por su cuenta: lo vetaría Bruselas.
Facilitar el esquema de protección de activos se perfila como una decisión netamente política. Hasta ahora, tanto el Ministerio de Economía como el Banco de España han facilitado soluciones a la carta para cada una de las alianzas de cajas cerradas en las diferentes comunidades autónomas, y siempre con pactos políticos previos.
La salida a Bolsa obligará al nuevo banco a tener unos órganos de gobierno totalmente profesionalizados, y con unas exigencias de transparencia de alto nivel.
Junto a esta propuesta principal, el consejo remitirá al regulador una vía de capitalización alternativa, que podría ser la misma con leves modificaciones. Pero ayer NCG desechó diluirse en un SIP o que el FROB aporte el 100% del capital.