Un «coladero» de merluza

E. Abuín REDACCIÓN/LA VOZ.

ECONOMÍA

Las fuerzas del orden intervinieron casi 12 toneladas de la especie desde que se pusieron cupos por barco

24 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Hay merluza. Mucha. La pescan todas las artes, incluso el cerco. Los más exagerados dicen incluso que «non fai falla nin largar o aparello» porque, de tanta que hay, «ata che salta á cuberta». Es un secreto a voces que nadie o casi nadie cumple la orden que el Ministerio de Medio Marino publicó a principios de julio imponiendo serias restricciones a la captura de merluza en aguas ibéricas, que incluye el caladero del Cantábrico Noroeste y, por tanto, las aguas gallegas.

Prueba de eso es el incremento de los decomisos de la especie desde que arrancó el verano hasta ahora. En ese período las fuerzas del orden -Gardacostas, Seprona y Servicio Marítimo de la Guardia Civil- han intervenido alrededor de 12.000 kilos, la mayor parte por superar el cupo permitido y, por tanto, carecer de la documentación requerida, aunque también por su tamaño antirreglamentario, como es el caso de los 500 kilos de carioca que se decomisaron la semana pasada en el interior de una furgoneta que intentó darse a la fuga en Bueu.

Doce toneladas es una cantidad importante, sí, pero no llega siquiera al volumen que se descarga en un día en un puerto como Celeiro, el segundo de Galicia en desembarcos de la especie (16.030 kilos el martes pasado). Eso da idea de que «se está colando merluza por todos los lados», admite un profesional que exige el anonimato.

Pero superar el tope semanal fijado por Madrid en julio es una infracción si no bien vista, al menos tolerada, en el sentido de que para no vulnerar la ley hay que tirar muerta al mar la merluza que se captura de más. Y eso, en un momento de crisis como el actual, «ata é un pecado».

«Sin querer»

La orden se vulnera, admite el responsable de una agrupación de arrastreros de Galicia, pero «sin querer». Porque, ¿cómo hacer para que en la red solo entren cien kilos a la semana -el tope autorizado a este segmento de flota- si en un solo lance ya entra más de esa cantidad? La única forma de no infringir la ley es no salir a pescar. Y en eso piensan ya dos parejas de arrastreros de A Coruña que están a la espera de que se les apruebe un expediente de regulación de empleo para amarrar y no exponerse a una sanción por capturar más del cupo permitido.

Cambio de artes

El amarre fue también por lo que optó en verano el presidente de la Federación Nacional de Cofradías, Genaro Amigo, para evitar infringir la ley y tener que exponerse a la ignominia en el caso de que su barco fuese sorprendido con pescado de más. Amarró y ahora ha pedido un cambio de modalidad para faenar con palangre de fondo al abadejo. Su volantero, el Eugenio Tercero , puede capturar en un lance 400 o 500 kilos de merluza, si no más. Por eso, los 200 kilos semanales son de risa. Habría infracción fijo.

El cambio de modalidad es otra de las salidas que la flota ha adoptado para evitar sobrepasar la cuota. Los de artes menores sortean la merluza pescando congrio, robaliza, abadejo, pulpo... Casi huyen del palangrillo y de las betas, aparejos con los que se va a la merluza. Aún así, los barcos capturan de más y con ella «se fai o que se pode». Pero desde el sector artesanal creen que da la sensación de que es solo una parte de la flota, precisamente este segmento, el que está infringiendo la ley, cuando no es, ni de lejos, el que más volumen de merluza captura.