El temor a una recaída de la economía mundial hace estragos en las bolsas

La Reserva Federal prendió el martes la mecha del temor a una segunda recesión en Estados Unidos y los datos de China y la revisión a la baja de las previsiones del Banco de Inglaterra para el Reino Unido hicieron ayer lo propio con la del miedo a una recaída de la economía mundial. El resultado: la retirada del dinero hacia puertos más seguros y la caída en bloque de las principales bolsas del planeta. El mercado español tuvo que lidiar, además, con el desasosiego generado entre los inversores, sobre todo entre los extranjeros, por el donde dije digo, digo Diego del presidente Zapatero anunciando ahora un aumento del gasto público para «aliviar» el recorte de la inversión en infraestructuras. Así las cosas, el Ibex 35 cargó con el mayor castigo de las grandes plazas europeas. Se dejó en el camino un 3,21%, el mayor revés sufrido en mes y medio, desde el 29 de junio pasado, en plena crisis de confianza sobre la solvencia de la banca española y sus posibilidades de devolver el dinero que le había prestado el BCE. Informes adversos Y, por si todo eso fuera poco, los analistas del norteamericano Citigroup añadían más leña al fuego de la Bolsa española asegurando en su último informe sobre Europa que la evolución de la economía patria podría volver a ser negativa en el segundo semestre del año y que el crecimiento del 2011 será «significativamente inferior» al 1,3% que prevé el Gobierno. Los analistas de la entidad consideran, además, que si el Ejecutivo de Zapatero quiere rebajar ese año el déficit público desde el 9,3 hasta el 6%, no le quedará mucho espacio «para aumentar la inversión en una proporción tan significativa que tenga impacto en la elevada tasa de desempleo». El sector bancario volvió a ser uno de los más castigados por la huida de los inversores: dentro del Ibex, el Santander cerró con una caída del 4,39%, el BBVA perdió el 4,59%, Bankinter retrocedió el 5,28%, el Sabadell se dejó en el camino un 5%, Banesto bajó un 4,32% y el Popular perdió el 3,18% hasta 4,93 euros. Por lo demás, de los 35 valores más importantes del parqué español solo Ebro Foods se libró de la quema, repitiendo la misma cotización alcanzada la víspera. Abengoa fue el más vapuleado, con un varapalo del 6,44%. En el resto de Europa también se registraron caídas de importancia, que oscilaron entre el 2,74% del agujero que sufrió París y el 2,18% que se dejó en el camino el principal indicador de la Bolsa de Fráncfort. Desbandada La desbandada de los inversores hacia puertos más seguros benefició especialmente a los bonos alemanes, cuya rentabilidad alcanzó un nuevo mínimo histórico (2,486%). De hecho, la prima de riesgo de España (diferencia entre el bono español a diez años y su homólogo germano), ya maltrecha desde la víspera por las declaraciones de Zapatero, llegó a rozar ayer los 170 puntos básicos, los niveles más altos de las últimas tres semanas. El euro y el petróleo también sufrieron en sus carnes la sensación de inconsistencia de la recuperación económica. La divisa única vivió su tercera jornada consecutiva de descensos, pagándose ya por debajo de los 1,29 dólares y el barril de crudo a menos de 78.

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