Nubes sobre la chimenea de Sabón

ECONOMÍA

La venta de la central y la salida de López Isla de la cúpula de Fenosa cierran un capítulo de la historia energética gallega y dejan una instalación polémica en manos inciertas

29 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El humo de la chimenea de Sabón continuará dibujándose en el horizonte de la costa Ártabra coruñesa al menos hasta el 2015 (cuando se cerrará la central de fuel y ya solo se producirá electricidad mediante la combustión de gas), pero los beneficios de la energía que genera seguirán sin repercutir en la economía gallega. Y además, según se acaba de anunciar, pasarán en pocos meses a manos inciertas.

La salida del gallego Honorato López Isla de la dirección de Unión Fenosa y el anuncio de que el nuevo dueño de la eléctrica, Gas Natural, ha puesto a la venta las centrales de Sabón ponen fin a un largo capítulo de la historia energética gallega, en el que la comunidad pretendió cerrar el ciclo del gas y generar electricidad con capital autóctono.

Desde un punto de vista operativo, el cambio de dueño del ciclo combinado no supondrá mayor novedad, puesto que el comprador deberá asumir los compromisos de suministro que Fenosa tiene adquiridos en la red gasista, por lo que Sabón seguirá quemando gas procedente de la planta de Reganosa en Mugardos. Quien se haga con el complejo sabe, además, que deberá de cerrar la central de fuel como muy tarde en el 2015 (incluso antes, si entre medias supera un determinado número de horas de funcionamiento), para cumplir con la normativa de Kioto.

Lo único seguro es que una instalación polémica, situada al lado del océano Atlántico junto a una playa que podría ser un paraje idílico, y de cuya viabilidad siempre se ha dudado, pasará en breve a un nuevo propietario, que por los movimientos del sector energético europeo bien podría ser británico, alemán o ruso.

La construcción de la central térmica de Sabón, en 1972, supuso un hito en la historia de la generación eléctrica gallega, al ser la primera gran instalación de este tipo. Pero desde la aparición de las energías renovables en los noventa, la liberalización del mercado, y las restricciones a las centrales más contaminantes que ha fijado Kioto en los últimos años (es la tercera que más CO2 produce, por detrás de As Pontes y Meirama, y además emite dióxidos y sulfuros causantes de la denominada lluvia ácida), Sabón ha permanecido casi siempre apagada.

En el 2007, último año con datos comparables, aportó al sistema 161 GWh, apenas el 0,8% de la energía producida en Galicia, pese a que en potencia instalada pesa un 4% en el parque de generación. La explicación es que la producción eléctrica con fuel es la más cara del mercado, y solo se recurre a ella (eso sí, a un precio muy elevado) cuando se producen restricciones técnicas, es decir, cuando hay riesgo de apagón.

240 millones de inversión

«Lo que comprará el posible inversor -explican fuentes del sector- es el ciclo combinado y la posibilidad de ampliarlo». Pero tampoco hay coincidencia sobre la idoneidad de una central de gas en el polígono de Arteixo. Expertos consultados estiman que la decisión de invertir 240 millones de euros en el ciclo combinado, que comenzó a funcionar a pleno rendimiento hace solo un año, estuvo más relacionada con una discriminación positiva hacia Galicia («como tantas otras puestas en marcha por Honorato», explica un directivo del negocio eléctrico), que en la necesidad de contar con más centrales en la comunidad. «Con el complejo de As Pontes -el primer generador de energía de España-, la eólica y la hidráulica del Sil, en Galicia hay un exceso de generación», explica otra fuente.

Precisamente esa sobregeneración, y la holgada posición de Fenosa en hidráulica, térmica y eólica en Galicia, ha sido la principal razón por la cual Gas Natural ha optado por deshacerse de Sabón. La gasista, obligada por las autoridades de competencia a vender 2.000 megavatios de generación con ciclos combinados y 600.000 clientes de gas, se ha decidido por el ciclo gallego, así como por el 50% de Nueva Generadora del Sur y otros 800 megavatios que Gas Natural tenía en Tarragona.

Fuentes conocedoras de la operación explican que los bancos comisionados por Gas Natural para negociar la venta, los americanos Citigroup y JP Morgan, ni siquiera han iniciado la búsqueda de un comprador.