Banesto cerró el primer trimestre del convulso 2009 con un beneficio neto de 210,9 millones de euros, un 3,1% menos que en el mismo período del año anterior. Los beneficios se recortaron después de que la entidad que preside Ana Patricia Botín destinara casi 80 millones a cubrir insolvencias, un 30% más, por la crisis.
Sin embargo, la entidad, tercera de España por activos y cuarta por beneficios, no logró frenar la morosidad, que se triplicó en doce meses al pasar del 0,59% al 1,97%. Eso quiere decir que por cada cien créditos concedidos, dos de ellos se dan por perdidos. Con todo, sigue por debajo de la media del sector, por encima del 3%. Consecuentemente, la cobertura ante la morosidad pasó de estar asegurada al 105% el pasado mes de diciembre al 84% en la actualidad.
La inversión crediticia en el primer trimestre subió apenas un 2%. El número de oficinas de Banesto de marzo del 2008 a marzo del 2009 cayó en 58 establecimientos, con 408 empleados menos.