Botín aprovecha la crisis para comprar el banco británico Alliance & Leicester

Julio Díaz de Alda

ECONOMÍA

15 jul 2008 . Actualizado a las 02:35 h.

La crisis no es igual para todos. El Grupo Santander, presidido por Emilio Botín, anunció ayer un acuerdo para la compra del banco británico Alliance & Leicester (A&L) por 1.575 millones de euros. El objetivo es integrar la entidad -que pasa por ciertos apuros de liquidez- en Abbey, la filial de la española adquirida en el 2004. El pago no será en dinero, sino en «papeles», a través de una ampliación de capital. En concreto, los accionistas de A&L recibirán una acción del Santander por cada tres títulos propios, lo que supone una prima del 36,4% sobre el precio del pasado viernes. Además, el Santander prevé «limpiar» unos 37.500 millones en activos hipotecarios de A&L e inyectar otros 1.250 millones para consolidar y proteger a la entidad de posibles insolvencias y de turbulencias futuras.

En época de vacas flacas siempre hay oportunidades. Lo dicen todos los financieros y Emilio Botín lo ha convertido en realidad. A pesar de la situación que atraviesa el mercado hipotecario británico -con los precios de los pisos a la baja y una falta acuciante de liquidez-, la Bolsa premió la operación y la acción del Santander avanzó un 0,1%.

La compra acelerará en tres años el plan de expansión de Abbey (al que A&L aporta 254 sucursales, 7.300 empleados y 5,5 millones de clientes). La filial del Santander amplía así horizontes y suma a su negocio estrictamente hipotecario el de la banca dirigida a las pymes. Sin ser una ganga, el precio acordado es muy bueno. Máxime si tiene en cuenta que el Santander intentó sin éxito comprar A&L en diciembre y ahora la operación se ha cerrado en apenas tres días.

La suma de ambos bancos controlará en el Reino Unido el 13% de la cuota del mercado hipotecario y un 10% del negocio con pymes y autónomos, el más deseado por el Santander, que se convertirá en la quinta entidad financiera del país por tamaño. El grupo español calcula que la unión supone un ahorro de costes en los planes de expansión de Abbey cercano a los 43 millones de euros. Una proyección de los resultados esperados para este año del nuevo grupo británico del Santander rondaría los 1.378 millones de beneficio neto.

La ventaja de la fusión es uno de los justificantes de una adquisición que el consejo de A&L ha recomendado a sus accionistas al considerarla buena para ambas partes: «La propuesta representa valor y la combinación con los negocios del Santander en el Reino Unido tiene un encaje excelente». El presidente de A&L, Roy Brown, dijo que la entidad es «consciente de los riesgos externos que suponen el deterioro de las condiciones de mercado y las continuas turbulencias». El propio primer ministro británico, Gordon Brown, aplaudió el proyecto al señalar que «beneficia» a la economía del país.?

Cotización disparada

Emilio Botín aseguró que la compra «cumple con el objetivo de retorno sobre inversión y genera valor». El retorno previsto es del 19% en el 2011, para cuando se prevé que A&L gane ya 526 millones de euros al año, después de apuntarse 387 millones en el 2009 y 466 millones en el 2010. En tres años, las sinergias de la fusión con Abbey antes de impuestos ascenderán a 225 millones de euros, según destacó José Antonio Álvarez, director financiero del Santander, que reconoció los «riesgos» del crédito en el Reino Unido, pero recordó que Abbey y A&L tienen una morosidad del 0,6% y del 0,5%, respectivamente, frente al 1,3% de media.

El director financiero del grupo Santander aseguró que los cálculos de la operación son «prudentes», y descartó que puedan surgir ofertas competidoras. Pero, tras la noticia, A&L se disparó un 53% en Bolsa, por encima de la oferta del Santander.

La adquisición queda ahora en manos de los accionistas de ambos bancos, ya que deberán aprobarla ambas juntas. El Santander calcula estar en disposición de cerrar el acuerdo en octubre. ?