Un yacimiento que «transformou o pobo» de As Pontes

ECONOMÍA

31 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

La Empresa Nacional Calvo Sotelo, creada en 1942 con el objetivo de obtener lubricantes y combustibles líquidos, fue la primera en explotar el lignito pardo de las entrañas de As Pontes en la década de los cuarenta. Treinta años más tarde, Endesa cogió el testigo de la gran mina gallega, que ya ha dejado de producir.

El yacimiento cierra con una plantilla de unos 200 operarios, pero en 1987 llegó a tener 1.800 personas. Antonio Formoso (49 años) lleva 25 trabajando en la mina de As Pontes y ahora se prejubila. Su labor consiste en la regeneración de la escombrera, y califica su trabajo como «moi agradecido». Cuando llegó Endesa, le expropiaron su casa en Vilavella. Ahora se muestra optimista por el futuro: «Ao principio ninguén pensaba que isto ía rematar dunha forma tan maravillosa».

Un privilegiado

Jaime Vázquez (49 años) es un obrero de la mina que, tras 25 años de trabajo, también se prejubila. Se siente un privilegiado y asegura que el cierre del yacimiento no resulta traumático «para o volume de xente que hai». Recuerda cuando abrió la mina, que «transformou o pobo» de As Pontes, y de la que desconfiaban porque «todo era novo, grande e descoñecido».

El director de la explotación, Francisco Aréchaga, siente nostalgia por el cierre de las instalaciones. «El otro día, cuando bajé al yacimiento y escuché la máquina por última vez, ese sonido que me era tan familiar, no pude evitar emocionarme», comenta.

Sin embargo, Aréchaga mira con optimismo el futuro, el lago y la escombrera, que considera un «éxito ambiental».

Desmantelamiento

Aunque deje de producir lignito pardo, la mina de Endesa seguirá dando trabajo el próximo año a un total de 240 operarios de plantilla directa, que se encargarán de llevar a cabo los preparativos de desmantelamiento de la explotación y construcción de taludes perimetrales de contención del oleaje, entre otros.