El grupo Celsa ha pagado 425 millones por Siderúrgica Añón

La Voz X. A. | CARBALLO

ECONOMÍA

La venta incluye la fábrica de A Laracha y el horno de Bayona El principal interés de la firma catalana es la factoría que la empresa gallega tiene en Francia

15 may 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

Galicia se ha quedado sin otra empresa emblemática. La venta de Siderúrgica Añón al grupo catalán Celsa ya está consumada. La compañía de Barcelona ha pagado a Edelmiro Manuel Añón y Epifanio Campo 415 millones de euros (69.000 millones de pesetas) por las factorías de Lendo (A Laracha) y Bayona (Francia). El contrato se firmó el pasado lunes e incluye las sociedades Siderúrgica Añón, Hierros Añón Comercial, con sede en A Laracha, y Aciérie de l' Atlantique (ADA). La ejecución del acuerdo sólo depende de una auditoría interna y del dictamen del Tribunal Europeo de la Competencia. La facturación de las tres empresas enajenadas alcanzó el pasado año los 360 millones de euros y sus plantillas están formadas por más de 300 trabajadores.? El grupo Celsa, que preside Francisco Rubiralta, considera que el principal activo de la corporación adquirida a los laracheses es la acería eléctrica de ADA. La adquisición de la fábrica gala permite a los catalanes entrar en el mercado francés. Añón y Campo se hicieron con la factoría de Bayona en abril del 2004. El grupo barcelonés destacaba ayer que la Aciérie de l' Atlantique le permite entrar «en un país tan importante como Francia en el mapa siderúrgico europeo». La planta gala consta de un horno eléctrico con una capacidad de producción de 1,25 millones de toneladas anuales de acero, aunque la fábrica está diseñada para duplicar sus posibilidades. De hecho, uno de los propósitos de Manuel Añón era instalar otro horno más. Además, Celsa subraya que las instalaciones francesas se benefician de los costes energéticos del país y que la factoría tiene acceso a chatarra barata. Siderúrgica Añón instaló el pasado año un segundo tren de laminación en la factoría de Lendo, lo que le ha permitido duplicar su producción y alcanzar las 1,1 toneladas de redondo corrugado y alambrón, productos que se destinan a la construcción. Hierros Añón Comercial se dedica a la venta y distribución de los materiales. Manuel Añón tenía más del 50% de las acciones de estas empresas a través de la sociedad patrimonial Hierros Añón; y Epifanio Campo, alrededor del 30%. La decisión de la venta correspondió, pues, al primero. De hecho, Epifanio Campo no estaba demasiado entusiasmado con la enajenación de la compañía. Lo que decidió a Francisco Rubiralta a lanzar una oferta que Añón no pudiera rechazar fue el hecho de que los laracheses ganaran recientemente un concurso para adjudicarse la parcela en la que antes estaban ubicados los Altos Hornos del Mediterráneo, y en la que los empresarios gallegos tenían previsto levantar una gran industria que iba a competir directamente con el grupo catalán. Celsa también analizará las negociaciones que Añón ha llevado a cabo en Pernambuco (Brasil) para instalar otra planta. Los catalanes quieren determinar si este proyecto es viable. El comité de empresa de Siderúrgica Añón, que ayer no tenía ayer conocimiento oficial del acuerdo, ha iniciado los trámites para ser recibido por el conselleiro de Industria, Fernando Blanco, que sí estaba informado de la marcha de la operación. Blanco señaló que los propietarios pretenden garantizar los puestos de trabajo e incrementar la producción. No obstante, señaló que prefería que fuesen las empresas gallegas las que adquirieran firmas de fuera. También se mostró esperanzado en que los 415 millones obtenidos con la venta sean invertidos en Galicia.