Afirman que la situación se ha estabilizado y que los factores que frenaban el crecimiento se atenúan La economía estadounidense ha comenzado a estabilizarse. Esa es la afirmación que ayer mismo hizo el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, en su comparecencia en el Senado, que al mismo tiempo evitó hablar de recuperación. Mientras, su homólogo europeo, el BCE, opta por mostrar más cautela y, en su informe mensual, matiza que, aunque hay indicios de que la «situación se está reconduciendo», la fecha y magnitud de la recuperación son aún inciertas.
24 ene 2002 . Actualizado a las 06:00 h.Alan Greenspan explicó a los miembros del Comité de Presupuestos del Senado que «recientemente ha habido indicios de que algunas de las fuerzas que habían frenado a la economía durante el año pasado comienzan a atenuarse, y que la actividad empieza a afirmarse». Es más, Greenspan llegó a reconocer que en su última intervención, hace dos semanas, «se había mostrado excesivamente pesimista». Estos comentarios sugieren que el banco central estadounidense ya no se inclinará, en su reunión de la próxima semana, por otra reducción de las tasas de interés para incentivar el consumo interno. Y es que a lo largo del 2001, la Reserva Federal aprobó 11 rebajas de los tipos de interés para que los consumidores, cuyo gasto representa dos tercios del Producto Interior Bruto (PIB), siguieran gastando para dinamizar la economía. Greenspan, que intentó no emplear el término «recuperación» en ningún momento, constató una mejora en la demanda de automóviles y viviendas y descartó la necesidad de aplicar el nuevo programa de relanzamiento económico que reclama la Casa Blanca. «La actividad se recuperará de todas formas», argumentó. Cautela También el informe mensual del BCE se refirió a la situación económica, pero el instituto que preside Duisenberg fue más cauto que Greenspan. Así, quiso dejar claro que la fecha de comienzo y la magnitud de la eventual recuperación económica en la zona euro sigue siendo incierta, a pesar de que los últimos datos de que se dispone apuntan a la progresiva reconducción de la actividad a lo largo de este año. El BCE asegura que la ausencia de desequilibrios fundamentales en las economías europeas, junto a las favorables condiciones de financiación derivadas del bajo nivel de tipos de interés y el progresivo debilitamiento de la inflación repercutirán favorablemente sobre el poder adquisitivo. El consumo contribuirá a sostener la demanda interna.