Vecinos y comerciantes piden mantener todo el aparcamiento
24 nov 2020 . Actualizado a las 21:18 h.El proyecto de humanización de la calle Progreso de Silleda cuenta con detractores entre los vecinos y comerciantes de la zona que decidieron emprender una recogida de firmas. Con parte de esas rúbricas registraron ya este lunes un escrito en el consistorio para mostrar su rechazo a la reforma prevista. Reivindican que se mantengan todas las plazas actuales para aparcar, 145, ya que la actuación prevista las recorta en 45. Consideran que reducirlas perjudicaría a los establecimientos de esa rúa, además de a los residentes.
En el escrito demandan también que se amplíe como mínimo a un mes la exposición del proyecto para su consulta y para alegar, cuestionando que solo se mostrase dos días y con un buzón de sugerencias. Y reclaman la reunión anunciada en su día por el regidor con vecinos y comerciantes, aunque sea de forma telemática por el covid-19, para que les cuente en detalle la humanización prevista en Progreso. Además recuerdan que en su momento Manuel Cuíña se había comprometido a descartar la actuación en esa calle sin consenso con vecinos y comerciantes. La recogida de firmas continuará y también se han colocado carteles alusivos a ese rechazo a la propuesta inicial de actuación.
El PP carga con los plazos
El PP silledense también se pronunció ayer en torno al exiguo plazo de exposición del proyecto para Progreso, lamentando la excusa del regidor de los tiempos para justificar la subvención. Tildan de artimaña de Cuíña ese argumento para impedir que los vecinos opinen. Su portavoz, Ignacio Maril, cuestionó que «
falan de consultas e de transparencia, pero ao final só hai mentiras e artimañas para impoñer os seus criterios fronte ao dos veciños
». Consideró un «
auténtico insulto á intelixencia
» que el alcalde se escude en plazos, tras llevar más de tres meses pidiéndose la reunión con vecinos y comerciantes, adjudicándose el contrato para redactar el proyecto hace dos.
«Agora di que non pode ampliar o prazo de exposición que se reduceu a dous días, de 10.30 a 15.00 horas», critica Maril, insistiendo en que solo son excusas para imponer esa propuesta. «Non nos extrana que non teña peito para dar a cara diante dos veciños», dijo, animándoles a defender sus derechos y «parar este atropelo».