El interior vaciado: solo Silleda y Lalín logran incrementar población

Javier Benito
j. benito LALÍN / LA VOZ

LALÍN

En la zona hay 68.718 personas censadas este año, 317 menos que en 2021

22 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Si ya está acuñada en nuestra cotidianeidad la España vaciada, ese mismo apelativo podemos otorgar al interior de la provincia de Pontevedra. Y hablar así de Deza y Tabeirós-Terra de Montes vaciada, al menos en un proceso progresivo e implacable. El censo definitivo de población a 1 de enero del 2022, oficializado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) tras revisar las reclamaciones al provisional, permite constatar esa agónica reducción de personas que viven en los nueve municipios de la zona. En esa fecha estaban censados 68.718 habitantes en ambas comarcas, 317 menos que en el 2021, 684 menos que en el 2020 o, si lo prefieren, 862 menos que en el 2019 por no seguir mirando hacia atrás.

Esas cifras permiten diversas lecturas, al margen de esa caída global en la zona de personas censadas. No ocurrió en todos los municipios, aunque solo se salvaron dos de la quema. Destaca especialmente Silleda, que saltó de 8.845 a 8.860 habitantes. Casi simbólico fue el incremento en Lalín, tan solo de dos, de 20.199 a los 20.201 del 2022. Mientras, en los otros siete concellos hubo reducción de población.

Caída relevante en A Estrada

En el lado negativo destaca lo ocurrido en el municipio de A Estrada, donde el IGE sitúa a 20.106 censados este año, con una caída de 155 respecto al 2021, cuando eran 20.261. Lejos quedan los 21.657 de hace una década y cada vez más cerca de seguir esta proporción la posible pérdida de categoría. Es decir, bajar del listón de los 20.000 habitantes, con lo que supondría en gestión propia de servicios municipales, entre otras cuestiones.

En Cerdedo-Cotobade, el siguiente por población en la zona, la caída fue de 22 habitantes, con 5.697 frente a los 5.719 de hace un año. En Vila de Cruces el descenso se situó en 34 personas, de 5.097 a 5.063. Como en el caso estradense, también con la espada de Damocles acechando en cuanto a una hipotética pérdida de categoría si baja de los 5.000.

Relevante también fue el descenso en Forcarei, ya solo con 3.194 censados a 1 de enero de este año, frente a los 3.268 del 2021, es decir, su población bajó en 74. Rodeiro no se libró de esa reducción de vecinos, no menos preocupante, con 44 menos, al pasar de 2.361 a 2.317 en solo 365 días. Más atenuada fue la merma de habitantes en Agolada, con 24 menos, ahora con 2.252 frente a los 2.228 previos. Por último, Dozón deberá buscar fórmulas para recuperar población ante una previsible pérdida de categoría, al estar ya coqueteando con el listón del millar: tiene 1.028 censados, por 1.057 de hace un año.

Crece el riesgo de perder actas de concejales para la cita del 2027

Si en las elecciones locales de mayo del próximo año se designarán los mismos representantes que en el 2019 en los nueve concellos, parece difícil que ocurra lo mismo en el 2027 si se mantiene la proyección poblacional a la baja. En varios municipios podrían verse reducido su número de cargos electos, al aplicar el artículo 179 de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General.

Lalín y especialmente A Estrada deberán intensificar sus campañas de empadronamiento en un futuro próximo para seguir con 21 actas. Bajar de los 20.000 habitantes llevaría aparejados, este ámbito político, perder dos representantes en la corporación. Tampoco se puede despistar Vila de Cruces, coqueteando en la actualidad con el listón de los 5.000 censados. Si se descuelga por debajo le supondría reducir también dos actas y quedar solo con once.

Menos peligro tienen Rodeiro y Agolada, aunque sin descuidarse, de caer del límite de los 2.000 habitantes y por tanto quedar con tan solo nueve concejales en esa futura corporación del 2027. Mientras, sí hay más riesgo en Dozón de bajar de 1.000 censados, con lo que pasaría a siete.