La normalidad marcó el primer día de deporte y paseos de mayores en las comarcas
03 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Las zapatillas pisaron ayer barro, césped o asfalto mojado durante la mañana en la primera jornada de salida tras 50 días de confinamiento para hacer deporte individual. Y en Deza y Tabeirós-Terra de Montes fueron decenas las personas que se echaron a correr por paseos como el Pontiñas de Lalín o la zona deportiva hasta la robleda municipal de A Estrada. As Pedrosas en Silleda o parajes naturales en toda la geografía comarcal sin dejar el territorio del concello fueron el destino escogido por los runners, deseosos de dejar pasillos, garajes o pequeños jardines donde se ejercitaban durante estas jornadas encerrados en casa.
Hubo mucha gente que madrugó, deseosa de aprovechar al máximo el tiempo para practicar deporte en solitario. Sobre todo en Lalín, A Estrada y Cerdedo-Cotobade, aunque finalmente también en Silleda y Vila de Cruces tras las dudas iniciales sobre si se debían aplicar las franjas horarias de municipios de más de 5.000 habitantes. La delegación del Gobierno en Galicia les confirmó que están obligados a cumplirlas. Solo quedan fuera en la zona Forcarei, Rodeiro, Agolada y Dozón, con actividades permitidas de 6.00 a 23.00 horas.
Además de correr podían pasear. En pareja, siempre con alguien con el que uno conviva, si se trata simplemente de caminar, y únicamente en un radio de un kilómetro. De 10.00 a 12.00 o de 19.00 a 20.00 horas en el caso de los mayores de setenta años o las personas con algún tipo de dependencia que necesiten apoyo y deseen pasear. También se notó su presencia en las calles, sumándose a la apertura del confinamiento de la que ya gozaban los niños hace unos días.
La normalidad fue la tónica dominante, sin aglomeraciones ni incumplimientos significativos. No hubo ninguna denuncia, según las policías locales. En Silleda hubo llamadas de gente con algunas dudas, con ciclistas separados, y en Lalín y A Estrada con algo más de gente en la calle, pero poca mayor, que parece tener algo de miedo, como se apuntaba además en Cruces.
Mientras, el BNG estradense apuntaba que los horarios marcados por el Gobierno central resultan un sinsentido para los vecinos que viven en el rural, sin estar adaptados a la realidad social. Alertan de los peligros para hacer deporte en determinadas horas por falta de iluminación.