El sheriff del IES Losada Diéguez

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

El conserje que vio poner los ladrillos del centro se jubila tras 40 años, 3 meses y 10 días de vivencias con varias generaciones de estradenses

12 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

No lleva sombrero ni estrella en el pecho. Y mucho menos pistola. No le hacen falta. José Manuel Figueiras Expósito es el auténtico sheriff del IES Antón Losada Diéguez de A Estrada. Allí estaba él antes incluso de que el centro estuviera rematado y allí ha permanecido al pie del cañón durante 40 años, tres meses y diez días. Sin perder la cuenta.

José Manuel Figueiras empezó a ejercer de conserje en el centro el 1 de diciembre de 1980. «O centro aínda non estaba entregado sequera ao Ministerio de Educación, que era de quen dependía a FP naquel momento. Lembro que aínda andaban por alí os obreiros da construtora Malvar rematando as obras, que aínda tardaron uns meses», cuenta. Hasta entonces, los estudios de FP se cursaban en el edificio de la vieja biblioteca de la calle Serafín Pazo. «Podíase facer de primeiro a terceiro de Electrónica, Administración ou Secretariado, e despois había que continuar en Pontevedra», explica Figueiras.

Con el traslado al nuevo edificio de la zona deportiva se amplió la oferta educativa, que continuó creciendo con el tiempo. «Cando empecei eran uns 15 profesores e 100 ou 150 alumnos e o centro pechaba a mediodía. Agora hai máis de 70 profesores, preto de 500 alumnos e actividade continua de 8.00 a 22.00 horas. Hai FP, ESO, Bacharelato, nocturno, Escola de Idiomas...», cambiou moito todo», comenta el conserje.

También ha cambiado notablemente el entorno. «Cando fomos para alí era o único edificio que había. Ao redor eran todo árbores. Non existían o García Barros, nin o polideportivo nin a piscina... E no que hoxe é a Avenida da Cultura, cando chovía forte, era tremendo. Ténseme quedado o coche alí embarrado...», recuerda.

José Manuel residía con su familia en una vivienda en el propio recinto educativo, como se estilaba en aquella época. Tenía un horario, pero era conserje las 24 horas. «Un día chegou descargar material ás 12 da noite un transportista que viña de Valencia», comenta el bedel. Como esta, José Manuel tiene cientos de anécdotas. Como cuando tras una guarda de recreo le ordenó que regresase a clase a una joven que resultó ser la profesora o como cuando la alarma del centro saltó al salir por la ventana un profesor que se quedó encerrado dentro.

El estradense se ha jubilado esta semana, pero no tiene pensado quedarse quieto. Lo de sentarse en el sofá no va con él. «Teño un xardín, son moi afeccionado ao cine, teño moitas películas en Super 8 que revisar e, ¿quen sabe?, igual retomo a música. Sempre me gustou a guitarra. De mozo toquei o baixo nun grupo de rock que se chamaba Toxo Verde, con melenitas e todo», ríe. Los viejos roqueros nunca mueren.