La iglesia de Ventosa se pone guapa

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

Ángel Utrera

La Xunta está ejecutando los trabajos de limpieza del exterior del templo

21 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

A mano, con mimo y sin pausa, así se están llevando a cabo en la iglesia de Ventosa los trabajos de rehabilitación y conservación financiados por la Xunta de Galicia. Unas obras financiadas en su totalidad por la Consellería de Cultura adjudicadas en su día en unos 48.000 euros. Las obras en la denominada «catedral rural de Galicia» por Filgueira Valverde dan continuidad a las labores acometidas en el año 2000 destinadas a la puesta en valor de este templo.

Los trabajos fueron adjudicados por la Xunta el pasado mes de agosto a la empresa Taboada Construcciones y Proyectos de Vila de Cruces. El plazo de ejecución era de mes y medio y está próximo a cumplirse.

El párroco de Ventosa, José García Pájaro, señala que el proyecto se centra sobre todo en la limpieza exterior de todo el templo. Se trata de reparar los daños causados por el paso del tiempo. Un lavado de cara, que dada la antigüedad y el valor histórico del templo, se lleva a cabo de forma manual. El cura fue testigo estas últimas semanas del minucioso trabajo desarrollado por los obreros indicando que «foron limpando todo a man, pedazo a pedazo, cun cepilliño e unha mangueiriña collendo auga dun pozo que hai na vella reitoral».

De ahí que las labores lleven su tiempo y entiende que «si se puidera facer cunha máquina de arena a presión igual podería ser cuestión de días» pero «cunha maquina así causaríase danos na pedra». Esa es precisamente la razón de que esa tarea cuidadosa se desarrolle de forma totalmente manual.

La actuación incluyó, cuenta el párroco, la colocación de un gran y extenso andamiaje apuntando que «parecía o da catedral de Santiago». La instalación de todos esos elementos fue necesaria para la realización de ese minucioso trabajo manual y a fin de llegar a todos los rincones del exterior del templo de esta parroquia de Agolada.

En estos momentos, apunta el párroco, están con el recintado de las piedras que también exige una actuación especial al tratarse de un edificio de gran valor patrimonial e histórico.

Además de la limpieza exterior, los trabajos de este proyecto en ejecución, incluyen el pintado de la puerta principal de la iglesia y el de una puerta de acceso lateral, en concreto la puerta sur.

García Pájaro señala que en estos momentos a consecuencia de la pandemia, en la iglesia no se está celebrando culto. El sacerdote destaca la avanzada edad de muchos de los vecinos y el miedo al contagio. Está limitando los oficios religiosos ordinarios a la iglesia de Agolada y a los templos de las parroquias más grandes.

Aun en estos tiempos de pandemia la grandiosidad de la iglesia de Ventosa sigue despertando interés. El cura señala que «a xente chámame continuamente para ver os baldaquinos».

En el interior del centro, explica, es necesario «sacar a humidade» alegando que las pinturas más antiguas datas del siglo XV y el tiempo no pasa en balde dejando huella.

Pegada a la iglesia se encuentra la antigua rectoral. Estuvo habitada por un sacerdote hasta los años 70 aproximadamente. Desde entonces, quedó vacía y con el paso del tiempo parte del edificio se cayó. Hoy estaría necesitada de una restauración y una puesta en valor para mejorar la imagen del conjunto arquitectónico y que el estado de la rectoral no desdiga con el de la iglesia que ahora recuperará la belleza original con esa limpieza que le quita años.