Las cuadras de trato privadas, ¿una competencia para las lonjas de ganado?

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

DEZA

MIGUEL SOUTO

Asemga exige que se establezcan unas normas sanitarias para estos centros

21 sep 2020 . Actualizado a las 21:12 h.

La Asociación Española de Mercados de Ganado (ASemga), cuya sede administrativa está ahora en Silleda, decidió en su último encuentro poner el foco sobre los centros de concentración de ganado privados. Se trata de un sistema tradicional, en el que los tratantes disponían de unos centros en los que agrupar el ganado para darle salida, que volvió a coger auge durante la crisis del coronavirus, cuando los mercados de toda España se vieron obligados a cerrar sus puertas. Ahora, desde Asemga se pide que se regule el volumen de animales que concurren a estos centros y que se establezcan normas sanitarias como las que tienen que cumplir los mercados, que cuentan con supervisión veterinaria, control de entrada de animales o limpieza de vehículos.

«No es igual un mercado público, con unas instalaciones, un control y una vigilancia sanitaria, que una cuadra pequeña donde se concentra un volumen muy alto de ganado»», explica Julio Pérez, secretario administrativo de la asociación nacional de mercados. Reconoce que este sistema funciona desde hace tiempo, «alquilan explotaciones cercanas al recinto de los mercados y allí hacen concentraciones privadas de ganado». Pero también que se están convirtiendo en una competencia para los mercados tradicionales, sobre todo, después de la crisis del coronavirus. Y es que durante el estado de alarma se convirtieron en la única forma de sacar adelante al ganado. «Cando tivemos os mercados galegos houbo que organizarse para sacar toda a recría galega», explican en la asociación de empresarios operadores de ganado de Galicia. De hecho, la central de Silleda, por ejemplo, colaboró con ellos y les cedió sus instalaciones, por el elevado volumen de ganado que tenían que mover entonces.

La opinión de Asemga sobre este sistema es que «hay que legislarlo. Están funcionando como mercados de ganado pero sin tener que cumplir nuestras exigencias», explican. Consideran que, en estos centros, puede estar el fin de los mercados públicos y quieren que «nuestras normas sean de aplicación también en estos centros de concentración». Pérez quiere dejar claro que el problema, por ahora, está afectando mucho más en otras comunidades autónomas que en Galicia. Por ejemplo, en Medina del Campo estos centros privados han provocado una gran caída en el número de animales que pasan por el mercado.

Los tratantes gallegos, por su parte, reconocen que estos centros de trato privados están ganado peso. «O trato está indo cara á modernización. Xa mandan as reses directamente e non hai que perder o tempo indo a Santiago», relata Enrique Otero, presidente de la asociación de empresarios operadores. Tener que desplazarse a Santiago o a Silleda y esperar a que se realicen las tramitaciones son los principales inconvenientes que les ve al sistema actual. «Os mercados tamén se teñen que adaptar. Para que vas ir a Santiago se vas mandar os animais para as Baleares, por exemplo?», se pregunta. Reconoce que las cuadras de trato son una competencia para las tradicionales lonjas: «Eu estou moi a favor dos mercados, pero é certo que a eles xa van moi poucos animais sen vender. E tamén son moi laboriosos, para trinta ou cincuenta animais non compensan», añade. Sobre que este sistema privado tenga que cumplir una mayor regulación recuerda que estas cuadras ya cuentan con un veterinario «que é o encargado de darlle as guías», con lo que considera que cumplen con la legislación.