Los operarios municipales ya habían tenido que atajar el domingo otra avería en la red de suministro de agua estradense. La rotura se produjo en las canalizaciones que llevan hasta el casco urbano el agua procedente de la traída del río Umia, inaugurada hace tres años. La rotura fue localizada en la zona de Ouzande. Afectaba a una tubería de PVC de 300 milímetros de diámetro y 16 atmósferas de presión. En este caso, se trataba de una canalización nueva y teóricamente más resistente. Los técnicos consideran que el mal asentamiento de la tubería -situada sobre un terreno de gran dureza- y las oscilaciones por la presión podrían haber provocado la rotura. Para reponer el tubo no fue preciso cortar el agua a los vecinos, pero sí prescindir temporalmente del agua del Umia, echando mano del embalse situado entre Cuntis y A Estrada. Esta reserva -que se nutre de los regatos que nacen en el monte- realiza en invierno labores complementarias de suministro.