El flautista de Hamelin, en Lalín

DEZA

EL CRISOL | O |

17 jun 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

INDIGNACIÓN SIENTEN los vecinos de la calle D de Lalín. Indignación e impotencia ante la proliferación de ratas en su calle. Las ratas tienen muy mala prensa y muy mala pinta: transmiten enfermedades, pueden morder cuando se sienten acorraladas y repugnan a la mayoría de las personas. Las ratas están ahí , y todos lo sabemos aunque no las veamos. El problema es cuando están aquí , y comparten con los ciudadanos la calle: mucha población tiene que haber bajo las calles de Lalín para que decidan salir a ver mundo. Porque encima, según comentan los vecinos, las ratas de Lalín son sociables: asoman a ver a los vecinos mientras se toman algo en las terrazas de los bares, y de tiendas por si logran colarse dentro de alguna. Hasta el momento, los vecinos no saben por qué se ha producido la proliferación de estos grandes roedores ni desde el gobierno municipal se han dado soluciones: parece que sólo los vecinos se han percatado de las incómodas vecinas que comparten con ellos la rúa. Tal vez alguien pueda pensar que tras tener en Lalín a destacadas figuras de la música, como Manu Chao o Julio Iglesias, se pueda contratar para acabar con el problema a otra figura: el flautista de Hamelin, para que se lleve a toda la colonia lejos de Lalín. Porque la verdad, es mucho más bonita la metáfora del alcalde cuando habla de que Lalín es una crisálida que busca hacerse mariposa en forma de la octava ciudad de Galicia, que pensar en el músico de Hamelín salir por Lalín llevando tras de sí una fila de roedores a través de todas las calles perfectamente humanizadas. Aunque todos sean cuentos, es mucho más bonito soñar con unos que imaginarse otros.