El bochornoso silencio de Laporta

DEPORTES

Laporta, junto al presidente del Cádiz, Manuel Vizcaíno, en el palco del Camp Nou
Laporta, junto al presidente del Cádiz, Manuel Vizcaíno, en el palco del Camp Nou Enric Fontcuberta | EFE

El presidente del Barcelona, que multiplicó los pagos a Enríquez Negreira y es el único capacitado para abrir una investigación interna, sigue sin dar explicaciones

21 feb 2023 . Actualizado a las 11:38 h.

El pasado 15 de febrero, tras haber accedido a la investigación desplegada por la Fiscalía, la Cadena Ser abrió la espita del caso Enríquez Negreira haciendo público el pago de al menos 1,4 millones de euros, entre el 2016 y el 2018, por parte del Barcelona, al entonces vicepresidente de los árbitros por trabajos de asesoramiento. Ese día, antes de que la magnitud de las supuestas irregularidades acabara señalando al propio Joan Laporta, el presidente del Barcelona hizo las únicas consideraciones al respecto a través del medio oficial del club. «Quiero dejarlo claro. La noticia sorprende, no es casualidad que salga ahora, cuando las cosas van bien. Cualquier interpretación tendenciosa que insinúe cosas que no son tendrá la respuesta proporcional y adecuada», dijo Laporta. En su breve discurso, además del victimismo, el presidente quiso otorgarle normalidad a los pagos que se denunciaban y sobre los que también la Agencia Tributaria había abierto una investigación.

«El Barcelona, en el pasado, había contratado los servicios de un consultor externo sobre informes técnicos de jugadores en categorías inferiores del Estado español. Adicionalmente, este mismo consultor externo hacía asesoramiento arbitral, algo muy habitual en los grandes clubes», dijo entonces Laporta, que no ha vuelto a pronunciarse. En ese primer instante, los focos apuntaban sobre todo a Josep María Bartomeu, al frente del club entre el 2016 y el 2018, pero con el transcurso de las horas Laporta ha quedado señalado como responsable de haber multiplicado por cuatro las cantidades que percibía Enríquez Negreira. El País destapó que los pagos del Barcelona se remontaban al 2001. Bartomeu confirmó que fue él quien dio la orden de romper el acuerdo con el exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. «En el 2018 se inició una época de recortes para sanear la economía del club. Este servicio costaba mucho dinero y se decidió anularlo», señaló el expresidente en ABC.

«Debería explicarlo»

Como una secuencia más de la guerra interna entre los mandatarios azulgranas, Bartomeu disparó contra Laporta. «Cuadriplicó el sueldo a Negreira. Debería explicarlo», alertó el expresidente. Pese al dardo lanzado, el máximo responsable del club sigue guardando silencio. Laporta fue requerido por la prensa al día siguiente de hacerse públicas las primeras informaciones, coincidiendo con la comida con directivos del Manchester United, antes del partido de ida de la Europa League. «Ambiente de Champions», fue la única frase pronunciada por el presidente, que declinó responder a las preguntas de los medios respecto al caso Negreira. Laporta tampoco quiso hablar el domingo, cuando acudió al palco del Camp Nou para seguir el partido de Liga junto al presidente del Cádiz, Manuel Vizcaíno.

Laporta, que amagó con querellarse inicialmente, no solo está señalado por Bartomeu como el responsable de incrementar los pagos a Negreira en la temporada 2009-10 de los 145.758 euros a los 573.398, es también, como actual presidente, el único que puede ordenar una investigación interna para dirimir qué sucedió con los pagos recurrentes al responsable arbitral.

La trama, que se extendería desde el 2001 al 2018, implica a cuatro juntas directivas: Joan Gaspart, Joan Laporta, Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu. Enríquez Negreira está investigado por presunto delito fiscal por no haber tributado correctamente los pagos que recibía del Barcelona y por presunto delito de corrupción entre particulares. No hay pruebas, hasta el momento, de que ese dinero sirviera para comprar favores arbitrales, pero la sombra de la duda es alargada y Laporta sigue sin aclararla. Negreira alegó que los pagos que recibía le garantizaban al Barcelona un trato «neutral» por parte del estamento arbitral.