Griezmann y Oblak devuelven la vida al Atlético

Amador Gómez COLPISA

DEPORTES

PEDRO NUNES

El equipo rojiblanco se clasifica con sufrimiento para los octavos de la Champions, relanzado por el decisivo gol del francés tras un córner

07 dic 2021 . Actualizado a las 23:20 h.

Antoine Griezmann, con un tanto tras un saque de esquina, y Jan Oblak, con dos paradones en la primera parte, devolvieron la vida al Atlético de Madrid, que estaba en situación límite y resucitó en Do Dragao cuando peor lo estaba pasando, para cerrar incluso con goleada un duelo tan trascendental. El equipo rojiblanco no dejó de padecer en el primer tiempo ante un Oporto superior y estaba fuera de Europa en el minuto 55, pero con el decisivo gol del delantero francés -solo 30 segundos después hubo remontada del Liverpool en San Siro- saltó desde la cuarta hasta la segunda plaza de grupo. Así entró el Atlético en los octavos de final de la Champions para evitar lo que hubiese sido un fracaso considerable, amenazado incluso con la despedida de toda competición continental en diciembre. Como no podía ser de otra manera en el Atlético, la clasificación llegó con sufrimiento y tuvo mejor sabor aún después de tanta agonía en esta Liga de Campeones.

Correa, casi en el descuento tras una contra, y De Paul, en el tiempo añadido, culminaron una victoria que al final fue clara, pero estuvo en peligro hasta que apareció Griezmann. En momento tan delicado y trascendental y, cuando el Atlético se había salvado del gol casi de milagro, también al inicio del segundo tiempo, Griezmann buscó el desmarque en un lanzamiento de córner y encontró el gol de la resurrección rojiblanca. Después, el duelo, en el que el Atlético mostró dos caras, entró en una polémica y enfangada fase, saldada con un par de tanganas, la excesiva expulsión de Carrasco y posteriormente la de Wendell, también exagerada. Entonces el conjunto colchonero pudo respirar, porque el partido, uno de los más importantes del Atlético en la era Simeone, ya estaba inclinado totalmente a su favor, con tantas interrupciones y tan poco fútbol, porque al Oporto se le acabó desde que Griezmann puso el 0-1 y los rojiblancos por fin supieron recurrir al oficio y al carácter que tanto les ha dado con el técnico argentino al frente.

Con su mínima ventaja y tras los varapalos que se ha llevado esta temporada en los descuentos, el Atlético por fin tuvo éxito en el control final del partido, en el que no solo maniató a su rival, sino que le endosó otros dos goles, explotando el contragolpe que le gusta a Simeone. Porque el encuentro se puso realmente muy complicado. Desde que Luis Suárez se lesionó y se sentó llorando en el banquillo y maldiciendo su mala suerte el Atlético perdió el control y el Oporto dio un repaso a los rojiblancos hasta el descanso, aunque no encontró el gol porque lo evitó Oblak con una mano clave a la media hora. Bajón físico También pudo marcar el equipo de Simeone diez minutos antes, en una llegada aislada protagonizada por un jugadón de Carrasco al que no llegó Griezmann y fue rematado por Llorente, para que el portero del Oporto impidiese que se adelantasen los colchoneros antes de entrar en un preocupante declive, sobre todo físico. Con la ausencia de Luis Suárez, el Atlético se dejó dominar descaradamente por el conjunto luso, que ganó todos los balones divididos en la primera parte y, con Pepe como líder de la defensa y Luis Díaz del medio campo, pasó a superar a un rival demasiado sobreexcitado, y aún más desde que el Milan se puso con ventaja ante el Liverpool en el minuto 29 en San Siro.

Con tres de sus cuatro centrales de baja, Simeone apostó en Do Dragao por una zaga de tres, que escoltada por Llorente y Carrasco cuando había que defender, que fue casi siempre, volvió a temblar a balón parado. Se quebró de nuevo la defensa rojiblanca en los córners frente un animoso Oporto que no solo le puso brío y ambición, sino también buen juego, aunque a los lusos les faltó 'punch' arriba. Al Atlético no le duraba el balón que cedió al Oporto y le costaba un mundo recuperarlo, encerrado en su campo y lastrado por el bajón físico de sus dos mediocentros, Koke y De Paul, cuyas pérdidas dieron más energía aún a un Oporto que no dejó de insistir en la primera mitad en busca del gol, cuando era el campeón de la Liga española el que debía ir a buscarlo con más insistencia, porque entonces estaba fuera de Europa, pese a que el Liverpool lograba empatar.

Acabó pidiendo la hora el Atlético tras esa pésima primera parte, pero el descanso no le sirvió para recuperarse y plantar cara de inmediato, porque en cuanto comenzó el segundo tiempo el Oporto tuvo un par de oportunidades para sentenciar. En la primera perdonó Taremi tras un grave error de Carrasco en su área, y solo cuatro minutos después volvía a aparecer 'san Oblak' para, con una parada de balonmano con la pierna derecha, evitar otro gol del delantero iraní, negado con el gol. Casi inmediatamente después el pasaporte a octavos lo encontró el Atlético a balón parado.

Ficha técnica:

Oporto: Diogo Costa, Joao Mário (Sérgio Oliveira, min. 81), Mbemba, Pepe, Zaidu (Wendell, min. 63), Otávio (Fábio Vieira, min. 81), Vitinha, Grujic (Corona, min. 81), Luis Díaz, Taremi (Toni Martínez, min. 81) y Evanilson.

Atlético de Madrid: Oblak, Vrsaljko, Kondogbia, Hermoso, Llorente, Koke, De Paul, Carrasco, Lemar (Correa, min. 65), Griezmann y Luis Suárez (Cunha, min. 13; Lodi, min. 82).

Goles: 0-1: min. 56, Griezmann. 0-2: min. 90, Correa. 0-3: min. 92, De Paul. 1-3: min. 96, Sérgio Oliveira, de penalti.

Árbitro: Clément Turpin (Francia). Mostró tarjetas rojas directas a Carrasco en el minuto 67 y a Wendell en el 70; y amarillas a Taremi, Koke, Otávio, Pepe y Correa.

Incidencias: Partido correspondiente a la sexta y última jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones, disputado en el estadio do Dragao. Casi lleno, con 2.000 aficionados del Atlético.