Chiqui Barros: «No voy a pagar por entrenar en la ACB»

DEPORTES

Abraldes

El veterano entrenador gallego sostiene que «del baloncesto saben muchos, pero de baloncesto sabemos pocos»

12 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

No ha conseguido protagonizar algún gran momento a nivel nacional, como Moncho López al frente de la selección española absoluta, o Moncho Fernández con diez temporadas dirigiendo al Obradoiro en la ACB, pero su trayectoria apenas tiene máculas. Antonio Barros Senín, Chiqui Barros (Ferrol, 1970), lleva más de 25 años siendo entrenador de baloncesto. Ha dirigido en todas las categorías, tanto masculinas como femeninas. Con una excepción: la ACB. Un objetivo que quizá algún día pudo tener, pero que ahora no le quita el sueño. «Considero que estoy perfectamente preparado. A ver cuántos profesionales llevan más de 25 años sin parar acabando todas las temporadas, menos una. El que me fichara iba a acertar. Pero sé que no va a suceder. La única posibilidad que tengo es que alguien que confíe en mí, pues por circunstancias llegue a ser presidente de un club. Pero ya la digo que yo no voy a pagar por entrenar en la ACB. No estoy dispuesto», reflexiona.

-La suya es un claro ejemplo de vida de entrenador, siempre con la maleta a cuestas.

-Pues sí. Desde que me ficharon en A Coruña, gracias a la apuesta personal de Manuel Estévez Mengotti, y la confianza de Rivadulla y Martell, no he parado de entrenar y de viajar. Plasencia, Calpe, Badajoz, Vilagarcía, Ferrol, Tarragona... Hasta estuve en Ecuador entrenando al club más importante de la liga femenina, con el que gané el torneo sudamericano.

-¿Cuál es el secreto para estar tantos años sin conocer el paro?

-Trabajar y no olvidarse nunca de dónde se viene. Mi padre, mi abuelo y muchos amigos han trabajado en Bazán y Astano. Y a mí eso me ha marcado. Tengo ese sentimiento de mi tierra. De Ferrol. De los astilleros. Y por eso, me duele que en el baloncesto no haya un sindicato de entrenadores de verdad. Yo creo que para estar tanto tiempo trabajando hay que ser honrado y humilde. A mí nunca me verá en una grada esperando a que caiga un compañero. En algún momento breve que estuve sin entrenar, no fui a los sitios. Me quedé en casa. Por desgracia, no todo el mundo actúa así. Yo tengo grandes amigos entrenadores, pero también otros técnicos con los que solo comparto profesión. Nada más.

-¿Esa defensa que hace de la profesión es la que le llevó hace algunos días a manifestarse públicamente en Twitter, criticando la falta de experiencia de Jasikevicius?

-Antes de nada quiero dejar claro que respeto mucho a Jasikevicius. Fue un gran jugador... En ataque. Y, como entrenador, claro que tiene que saber de baloncesto. Pero dejó de jugar y ya le dieron un banquillo. Le falta experiencia. El problema que veo yo es que está habiendo una futbolización del baloncesto. Pero mire el fútbol, al final ganan los entrenadores, como el del Bayern o el Liverpool. Creo que la figura del entrenador es muy importante. No llega con ser un buen alineador. Lo que no me gustó de Jasikevicius es que, para buscar la reacción de sus jugadores, tenga que meterse con el trabajo hecho por Pesic. Y no entro en si Pesic me gusta más o menos. Eso me lo guardo. Pero hay que respetar, porque el exentrenador del Barcelona podía ser muy malo pero estuvo a defender bien una puerta atrás de ganar una Liga. Por eso, Jasikevicius tiene mucho que arar para poder hablar de esa manera de lo que se encontró. Es como la gente que se pone a opinar de formación y en su vida ha entrenado en base.

-Usted es una persona que raras veces se calla lo que piensa, lo que supongo que le habrá costado muchas críticas y enemistades.

-Cuando uno llega a una edad y tiene una trayectoria, creo que se ha ganado el derecho a, sin meterse con nadie, poder expresar libremente lo que piensa. Yo lo hago siempre con respeto. Y las críticas las acepto o las ignoro, dependiendo de quién las vierta. Mire, del baloncesto sabe mucha gente, pero de baloncesto sabemos pocos. Es difícil opinar con rigor. Hay gente que sabe algo del baloncesto y los entrenadores tenemos que vivir con ello. Por eso, a veces te rebelas, pero acabas no dándole importancia. Yo puedo hacerme el tonto, pero no lo soy. Sé quién es quién.

-¿Es difícil ser entrenador y, a la vez, padre de un jugador de baloncesto?

-Yo cuando hablo de baloncesto lo hago siempre con la mayor objetividad del mundo. Está claro que toda visión objetiva tiene un punto de subjetividad, pero a mí no me nubla que sea mi hijo. Tiene nivel y físico. Pero lo que le hace falta es que alguien apueste por él y lo ponga. Lo ha hecho muy bien en LEB y tiene muy claro que su carrera va paso a paso. Pero está ahí. Y le digo algo, desde Manolo Pardo no ha habido otro deportista nacido en Ferrol que vistiera la camiseta de España. Fue en 3x3, sí, pero era la camiseta nacional.

En Corto

-¿Qué coche tiene?

-Un Toyota Corolla.

-¿Usa reloj?

-Sí. Me gustan mucho.

-Una comida.

-La tortilla de patatas.

-Una bebida.

-Estrella Galicia y agua con gas.

-¿Cuál ha sido la última tarea del hogar que ha realizado?

-Poner y recoger la mesa.

-¿Cocina?

-Nada.

-Un libro.

-Novela negra y cualquiera de Pérez Reverte. Me encantan los libros del capitán Alatriste.

-Una película.

-Gran Torino.

-¿Qué tipo de música le gusta?

-Rock y jazz.

-Un personaje histórico.

-Winston Churchill.

-Para informarse, ¿prensa, radio o televisión?

-Prensa y radio.

-¿Es creyente?

-Sí.

-¿Monárquico?

-No.

-Lo más duro que le han dicho en una cancha fue...

-Lo que sucede en la cancha, se queda en la cancha, ¿no?

-¿Qué es más complicado dirigir un vestuario de hombres o de mujeres?

-Todo es baloncesto así que a la hora de preparar los entrenamientos y los partidos no hay variación. He tenido grandes vestuarios masculinos y también femeninos, independientemente del sexo de quien los ocupara. Eso sí, en los femeninos tienes que estar mucho más preparado psicológicamente porque ellas exigen más que ellos.