Blanca Fernández Ochoa a su cuñado: «Cuando he dejado de ganar me han abandonado»

La Voz

DEPORTES

Adrián Federighi, cuñado de la medallista olímpica, reconoce los problemas económicos que arrastraba desde hace varios meses y que le obligaron a vender su casa

06 sep 2019 . Actualizado a las 19:24 h.

Conmocionados. En shock. Así vive la familia la familia de Blanca Fernández Ochoa la muerte de la esquiadora. Su hermana Lola afirmó que toda la familia está «destrozada» tratando de entender todo lo sucedido estos días. Adrián Federighi, cuñado de Blanca y portavoz de la familia, reconoció en declaraciones a Espejo Público que ella mismo le había reconocido que se había sentido abandonada una vez retirada de su carrera deportiva. «He sido un caballo de carreras, cuando he dejado de ganar me han abandonado en el campo», fueron las palabras de la campeona olímpica a su cuñado.

Federighi reconoció los problemas económicos que venía sufriendo Blanca en los últimos meses y que le obligaron a vender su casa de Pozuelo de Alarcón y que la llevaron a vivir con su hermana Lola en Aravaca. Destaca que la deportista se retiró a los 32 años, de un deporte amateur «donde no se amasan fortunas. En el esquí en aquella época no podían recibir dinero en metálico. Tenía una nómina de mileurista de la federación. No te retiras millonario», afirmá su cuñado.

También lamenta que «alguien que ha representado a España, que ha cosechado éxitos», no tenga la asistencia de un programa posterior al retiro, donde pueda seguir vinculado al deporte y «tenga una forma de ganarse la vida». Ante los problemas económicos de Blanca, asegura que «en el algún momento pidió ayuda pero no la recibió» y que fueron sus hermanos los que estuvieron siempre ahí.

Siempre juntos, los hermanos Fernández Ochoa emprendieron un proyecto empresarial con la apertura de tiendas de venta de material de esquí que «tuvo que cerrar hace 8-9 años a raíz de la crisis», reconoce Adrián.

Taslado del cadáver

El juez que instruye el caso autorizara este viernes por la tarde a la familia el traslado del cadáver de la exesquiadora a Cercedilla, un pueblo que llora la muerte de una de sus hijas predilectas y donde se la vio por última vez con vida. Los especialistas del Instituto Anatómico Forense de Madrid concluirán el lunes el informe preliminar de la autopsia del cadáver de la exesquiadora. Será entonces cuando estén todas las pruebas clínicas practicadas a los restos mortales de la deportista.

Su hermana Lola expresó el deseo de esparcir las cenizas de Blanca «en los Siete Picos». «Quería que la incinerasen y esparcir los restos en su montaña preferida. Haremos una bonita excursión todos los hermanos y echarnos unas risas que era lo que a ella le gustaba», desveló emocionada. Sus restos estarán en Cercedilla para que todo el mundo que quiera pueda decirle el último adiós«, añadió. 

La causa de la muerte

El cuerpo de Blanca no presentaba signos externos de violencia. La posición del cadáver era natural, como si hubiera decidido tumbarse o recostarse en un paraje que conocía como la palma de su mano. Todo apunta a que la causa de su muerte fue voluntaria. Se esperaba que el jueves se hubiera dado a conocer el análisis preliminar, pero el avanzado estado de descomposición de los restos mortales impidieron la identificación del cuerpo mediante huellas dactilares. Los forenses aguardan a las pruebas de ADN y a los resultados de otros análisis para certificar que se trata de Blanca, por un lado; y los elementos que pudo ingerir, y si fueron los causantes de su muerte, por otro.

Cada vez hay menos dudas de uno y otro extremo. En la exploración del cadáver no se hallaron fracturas o cortes incompatibles con la vida. Tampoco la orografía del terreno donde un guardia civil fuera de servicio y su perro, un pastor alemán, encontraron el cuerpo, invitan a pensar que podría haber sufrido un accidente. Los investigadores prefieren ser cautos, no adelantar acontecimientos, pero poco a poco van conociéndose detalles de qué es lo que ocurrió desde que dejara la casa de su hermana Lola el pasado 23 de agosto hasta el miércoles, cuando su cuerpo sin vida se encontró en el Collado del Rey, una localización próxima al pico de la Peñota, en la sierra madrileña, limitando ya con la provincia de Segovia.