Todos contentos

DEPORTES

Alejandro García

07 may 2018 . Actualizado a las 08:05 h.

El clásico del Camp Nou se zanjó sin daños. Fue trepidante a ratos, también polémico y emocionante siempre por la estrechez de un marcador que, a falta de juego, se sacudió por el talento de sus estrellas. Pero nadie se acordará de este partido en tres días, cuando las cuitas se apaguen y el final de Liga y la cercanía de las finales europeas desvíen los focos hacia otros asuntos. El Barça acabó con una sonrisa. Pese a la inferioridad numérica con que jugó todo el segundo tiempo, muy probablemente sostendrá su condición de invicto hasta el final de una Liga que solo puede calificar de histórica. En una temporada por encima de los 60 partidos para muchos de sus jugadores, hay que conceder a Valverde el mérito de un fútbol tan brillante como competitivo.

Tampoco el Madrid tiene motivos para entristecerse, pues fue capaz de empatar por dos ocasiones. En la temporada en que los blancos descubrieron que la BBC ya no es siempre su mejor solución, Zidane salió al Camp Nou con e trío de ataque, quién sabe si en el último clásico de estos tres jugadores juntos. Cristiano marcó a pase de Benzema y Bale anotó el segundo, pero la entrada de Asensio, primero, y de Lucas Vázquez, después, en busca de una marcha más puede servir de anticipo a un cambio de ciclo que, con tercera Champions seguida o sin ella, parece obligatorio en el Bernabéu.

También Messi, que en su última escala importante antes del Mundial tuvo el triunfo en las botas, se reivindicó. Eliminado prematuramente de la Champions y ensombrecido por el protagonismo de Iniesta en el final de temporada, el crac volvió a levantar los brazos en este clásico que los dejó a todos contentos.