Tiger Woods, un cuerpo dañado, un «swing»más rítmico

Manuel Piñero

DEPORTES

Tiger Woods afronta su primer grande desde el 2015
Tiger Woods afronta su primer grande desde el 2015 SAM GREENWOOD

02 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya solo verle competir al nivel al que lo ha venido haciendo estas últimas semanas ha sacudido los cimientos del golf. Así que sería importantísimo que llegase con opciones a la última ronda del Masters este otro Tiger Woods. Porque es el mismo que revolucionó el juego y al mismo tiempo es otro, por los ajustes que ha realizado en su técnica de swing y por su actitud en el campo.

Describe Tiger un movimiento más rítmico, más compacto, más controlado. Prefiero este nuevo movimiento que el antiguo, más violento, con la espalda más arqueada. Ahora, para protegerse, tiene la columna más recta. De esta forma, dibuja un arco de swing, más amplio con menos esfuerzo, y consigue distancias similares. Ese movimiento diferente engaña, pero los resultados están ahí.

Además, Tiger ha cambiado. Se le ve más relajado por el campo, con una relación más cercana con sus compañeros. Ha cambiado su actitud en ese sentido, aunque su ambición de competidor por ganar permanezca intacta al mismo tiempo.

Los problemas de Tiger de la última época fueron de una virulencia tremenda a nivel físico, y también personales, que desestabilizaron su equilibrio mental. Ahora parecen superados ambos. Tiene 42 años, rebasada ya la antigua barrera que marcaba el inicio del declive en el golf. Pero creo que puede estar a un alto nivel varias temporadas más. ¿Tanto como para ganar un grand slam? Creo que llegará su momento. Aunque lo más lógico es que consiga antes un título del circuito regular, esa victoria refuerce su confianza y luego regrese de verdad en un major. Desde el jueves podemos esperar cualquier cosa de él en Augusta porque todos sabemos que conoce el campo y se adapta a sus condiciones, porque juega con distancia suficiente, es un virtuoso en el manejo de los hierros y luce maestría con el putter.