El número uno del mundo envía una foto firmada a la centenaria ourensana al conocer su afición por sus éxitos
25 oct 2017 . Actualizado a las 10:06 h.Nada hacía sospechar a Felisa Muñoz que cuando su adorado héroe de la raqueta se disputaba el US Open contra el sudafricano Kevin Anderson, un regalo, a mayores de contemplar el triunfo del mallorquín, iba a llegarle directo desde Nueva York. Entre juego y juego, a Nadal le comunicaron en aquellos días de grand slam la noticia publicada en La Voz de Galicia el pasado 11 de agosto. La conoció gracias a su agente, Carlos Costa. Un enlace compartido vía WhatsApp sobre una fan única: una mujer de 100 años que seguía todas sus gestas y que imitaba cada una de sus manías mejor que nadie. «En cuanto leí la historia en el periódico quise que Nadal la conociera, así que le escribí a su máganer», cuenta Chisco Pardo, gerente de la Federación Gallega de Tenis. Chisco también consideró que la pasión de esta centenaria nacida un 28 de diciembre de 1916 en Trasalba, Amoeiro, debía ser recompensada. Se animó y preguntó por la posibilidad de una foto firmada. Para su sorpresa, Nadal correspondió.
La instantánea reposa ya delante de la butaca donde cada tarde se sienta su admiradora. «¡La mira y la remira!», exclama una de sus dos hijas, Mariló. José Mosquera, vicepresidente de la Federación Gallega de Tenis, ha sido el encargado de trasladarle el obsequio hasta su piso de Ourense. «Se ha emocionado mucho. Es una seguidora muy activa. La foto es del Abierto de Estados Unidos y Felisa incluso se ha dado cuenta de que corresponde a uno de los puntos que anotó: ‘siempre hace ese gesto’, dijo al verla». Triste por la ola de incendios que asoló Galicia, la imagen ha iluminado la mente privilegiada de esta ourensana preocupada en los últimos días por las llamas que han teñido de gris el paisaje. «Esto es muy importante para ella. Pensaba que la foto solo tendría la firma, pero está ilusionadísima porque se dirige a ella», resalta Mariló.
«¡Pone mi nombre y mi apellido!»
«¡Pone mi nombre y mi apellido!», observó Felisa. Mujer curiosa, no quiso perderse ningún detalle de la gestión que le fue narrando Mosquera. «¡Me respondió que quiere devolverle el gesto!», sonríe el directivo de la Federación. Felisa estuvo atenta, además, cuando le contó que Nadal jugó un campeonato en su ciudad a los 15 años. También Andy Murray. «Qué pena que no se pase por aquí ahora, que tanto me gusta...», desliza ella. «Sinceramente, Felisa es un ejemplo», confiesa José Mosquera.
Cerca de alcanzar los 101, tuvo el corazón en un puño durante el Masters de Shanghái. «Nos tenía locas en casa. Como no era en abierto, no pudo seguir la final contra Federer. No paraba de pedirnos que consultásemos el móvil para ver cómo iba», comenta Mariló. El suizo se llevó el título asiático. «Claro que le hubiese gustado que ganara Nadal pero, si pierde ante Federer, no le importa tanto», asegura una de sus dos hijas. Se enfada más cuando la derrota es contra Novak Djokovic. «No se olvida de unas declaraciones del serbio en las que lo dio por acabado cuando estuvo lesionado», explica Mosquera.
Felisa, que incluso bromeó este verano, cuando La Voz contó por primera vez su afición, con rezarle a San Antonio para que su ídolo regresase al número 1 de la ATP, solo tiene una queja: la mayoría de los torneos se emiten en canales de pago. Con la foto dedicada en el salita, la cosa cambia un poco: «Ahora lo puedo ver cuando quiera».