Desde que el fútbol se ha convertido en un fenómeno deportivo de masas sin precedentes ha sido invadido por múltiples especialidades que pugnan por demostrar su importancia, y por tanto su espacio en el gran negocio que el fútbol moderno supone.
Para poner cierto rigor, Menotti solía diferenciar entre lo importante y lo interesante, lo cual nos puede ayudar mucho para desentrañar el laberinto en el que andamos metidos. Nuestra formación cartesiana hace que consideremos el conocimiento a través de partes agregadas que en el fútbol compiten por darse la mayor importancia posible. El adjetivo específico tiene cartel de seriedad, de minuciosidad, de fiable, y ha sido así como en los últimos años nos han invadido ciencias llamadas coadyuvantes que la mayoría de las veces, y no por su culpa, no han hecho mas que distraer.
Si uno quiere parecer profesional nada mejor que abusar de especificidad rodeándose de dietistas, podólogos, fisiólogos, coaching, scouting y demás claves de la modernidad, los que en palabras de Menotti solo alcanzarían a resultar apenas interesantes. Lo peligroso es que los entrenadores con nuestra inacción hemos dejado que se comieran lo importante... El conocimiento del fútbol y de los futbolistas.
Valga esto como introducción al concreto análisis del partido de vuelta de Champions entre Madrid y Atlético. Del equipo rojiblanco apenas se me ocurre un solo jugador que pudiera jugar en el Real, Oblak, mientras que todos los futbolistas del Madrid y la mayoría de los del banquillo no solo serían titulares en el Atlético, sino que serían estrellas en cualquier equipo millonario del mundo. Y es que, si de fútbol y futbolistas hablamos, la plantilla del Madrid solo puede encontrar oposición en todo el mundo ante un Barça en forma.
Es tal la hegemonía de la plantilla blanca que habría que recurrir a otro de los clásicos del fútbol, Arsenio Iglesias, cuando fue preguntado «maestro, ¿y usted cómo entrena?» «Sin molestar», fue su respuesta. Una respuesta que no será del agrado de todas las nuevas recetas novedosas que se nos ofrecen como serias y rigurosas, pero que nos ayuda a situarnos en el punto adecuado a la hora de cualquier análisis, la sencillez. Esta nos dice que si juntas en el mismo equipo a Cristiano Ronaldo, Benzema, Ramos, Carvajal, Marcelo, Kross, Modric..., lo difícil es que no ganes. Contra eso pelea el Atlético. Contra eso pelea Europa. Contra lo importante.