Stenson eleva su golf en el British

Paulo Alonso Lois
PAULO ALONSO LOIS REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

GLYN KIRK

Gana ante Mickelson con el mejor resultado de la historia de un «grand slam» y honra al golf sueco

18 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Abrazados en un gesto sincero y emotivo, Henrik Stenson y Phil Mickelson abandonaron juntos el green del hoyo 18 de Royal Troon. Uno había conseguido unos segundos antes el título en el Open Británico, una victoria de las que compensan toda una vida, y el otro había ofrecido una resistencia tan asombrosa a sus 46 años que contribuyó a crear un espectáculo de época. El duelo que ambos mantuvieron mano a mano desde el sábado ya forma parte de la mejor historia del golf. Y así quedará escrito en los libros. Por la engañosa facilidad con la que templaron los vientos de la costa escocesa para arrancar golpes a un campo delicadísimo. Y por los números que constatan con todo lujo de detalles lo insólito de semejante exhibición. Venció Stenson y ganó por todo un país, para besar la Jarra de Clarete del Open Británico y dar a Suecia su primer grand slam. Y se exhibió con 20 golpes bajo par, lo nunca visto en el Open (rompiendo la marca de -19 de Tiger Woods en St. Andrews). E igualó el mejor registro de todos los tiempos en cualquiera de los cuatro grandes, el -20 de Jason Day en el Campeonato de la PGA del 2015 en Whistling Straits. Con un matiz, aquella victoria del australiano se produjo con 268 impactos totales (al jugar sobre un par 72), mientras que la de ayer rebajó ese dato hasta los 264, otra plusmarca más (al lograrse sobre un recorrido de par 71).

Pero los números son demasiado fríos. Stenson abrió el día con un golpe de margen sobre Mickelson. El resto solo podrían optar al título si ellos se hundían. Y fueron tirando uno del otro, haciéndose mejores, mientras caminaban por el emblemático recorrido junto al fiordo del Clyde.

Al birdie de uno respondía el otro en la siguiente calle. En un tour de force fabuloso que incluyó un eagle de Mickelson en el hoyo cuatro. Pero ni el carisma del zurdo de San Diego -ganador de cinco grandes- ni la tensión de la última ronda ni los complicados nueve hoyos de vuelta de Royal Troon arredraron a Stenson. No solo eso. Para lograr su tarjeta de 63 golpes (que iguala el récord histórico en un grand slam, y solo dos veces conseguida en la última ronda de un major) dibujó cinco birdies y un solo bogey en esas nueve calles finales. Incluido el putt de birdie del 18 que coloreó su victoria como si el cielo luciese fuegos artificiales.

Como en toda batalla para la historia, el derrotado Mickelson honró al juego con otra actuación sobrenatural. Su resultado de 17 golpes bajo par le habría bastado para ganar o forzar el play off en 141 de las 145 ediciones del Open Británico.

Dedicó la victoria a un amigo fallecido de cáncer el miércoles

En un corto pero sentido discurso, Henrik Stenson dedicó su victoria a un amigo fallecido el miércoles de cáncer. «Siento como si él hubiese estado conmigo toda la semana; era un gran golfista. Mike, esto es para ti», indicó emocionado con la Jarra de Clarete entre las manos. Con cuatro triunfos anteriores en el PGA Tour y diez en el circuito europeo, el sueco logra su primer grande.

Entre los españoles, Sergio García empató en la quinta posición (-4), Miguel Ángel Jiménez igualó en la decimoctava (par), Rafa Cabrera acabó trigésimo noveno (+4). Jon Rham terminó en el puesto número 59 (+9) y Scott Fernández no había conseguido pasar el corte ya el viernes.