La prensa inglesa revela las injerencias del presidente en el trabajo de Benítez
25 ene 2016 . Actualizado a las 20:42 h.Una de las mayores goleadas en Liga que se recuerda en la historia del Real Madrid, la que le endosó al Rayo Vallecano en el Santiago Bernabéu (10-2) durante esta temporada, terminó en tragedia para el entrenador que se encargaba de dirigir al conjunto blanco, Rafa Benítez. Según publicó ayer el Daily Mail, cuando Florentino se reunió con Benítez le reprochó que hubiese cambiado a Bale. «¿Por qué lo has hecho? Habría marcado cinco goles», le recriminó el mandatario. Benítez trató de explicarle que había tomado aquella decisión para intentar fortalecer el vínculo emocional entre la afición y el galés. De hecho, el jugador salió ovacionado aquel día. Pero a Florentino no le agradó la sustitución. «Los grandes jugadores tienen que jugar siempre», le había dicho cuando el técnico acababa de aterrizar en Valdebebas.
Sin embargo, este no fue el único episodio de injerencia en el vestuario que vivió Benítez. Durante un encuentro en el despacho del presidente, Pérez le dijo al entrenador: «Dirigir al Real Madrid es sencillo. Tenemos a los mejores jugadores del mundo. En la portería estará David de Gea, en el lateral derecho Danilo, que es el mejor del mundo en esa posición...». «Danilo es excelente atacando, pero necesitamos trabajar con él la parcela defensiva», apuntó el preparador. Como si no escuchase lo que acababa de decirle Benítez, Florentino prosiguió con su alineación: «Bueno... Danilo de lateral derecho, Sergio Ramos, Varane, Marcelo, Kroos, Modric, Bale, James, Ronaldo y Benzema ¡Es muy fácil!».
Los encontronazos con Benítez se recrudecieron cuando dejó fuera de la alineación a James Rodríguez. «¿Sabes cuántas camisetas vende James? Kovacic -el preferido por Benítez- no vende ni una», le espetó el presidente. Y luego le dijo que había sido un error fichar a Kovacic. «Era mejor esperar dos temporadas y luego ficharlo por 60 millones de euros. En el Madrid fichamos jugadores hechos». El responsable del cuerpo técnico intentó avalar lo que le estaba aportando el ex del Inter al centro del campo, pero sus explicaciones no calaron en Florentino, que solo dio plenos poderes a Benítez tras la debacle en el Bernabéu frente al eterno rival, el Barcelona. Aquel día, después del clásico, bajó al vestuario y soltó: «¡Menudo partido!». Benítez inició un relatorio sobre todas las cosas que el equipo había hecho mal durante los noventa minutos. Pero en medio de la enumeración, Florentino lo cortó: «Tenías razón, tenías razón, con que tenemos demasiados jugadores ofensivos. A partir de ahora, haz todo lo que creas conveniente».
Pese a eso, la gente del entorno de Benítez recalcan que las tensiones con Florentino regresaban cada vez que Isco o James se quedaban fuera del once. Admiten que el presidente nunca decía directamente a quién debía poner o no, pero siempre dejaba mensajes, a veces a través de directivos, sobre cuáles eran sus preferencias. Después del empate ante el Valencia, Florentino dictó sentencia. Benítez estaba fuera del Real Madrid. Y ni un gesto de cariño hacia el preparador en su despedida.