La «ahijada» de Ruth Beitia

David Barreira REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

La saltadora monfortina Saleta Fernández entrenará con la campeona de Europa

28 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Otro cambio de aires para darle un nuevo impulso a una prometedora carrera. Tras decir adiós al Centro Galego de Tecnificación Deportiva de Pontevedra, Saleta Fernández ha hecho las maletas con destino Santander para seguir creciendo en su formación como atleta. En un apasionante reto, la saltadora de altura monfortina compartirá entrenamientos con Ruth Beitia, actual campeona continental de la modalidad.

Apenas lleva una semana en la capital cántabra, pero la ilusión ya se nota en sus palabras. «Es un sueño hecho realidad. Entrenar con la mejor de Europa... Voy a aprender todo lo que pueda de ella y esperemos que se me pegue algo», afirma Saleta. La monfortina, todavía en categoría júnior, cuenta con un palmarés envidiable, en el que sobresalen cuatro títulos nacionales en categorías inferiores y un quinto puesto en el Festival Olímpico de la Juventud. Con estos ingredientes de serie, pulidos por sus antiguos entrenadores, Felipe Barata y Santi Ferrer, Saleta busca dar un salto de calidad impregnándose de las mejores cualidades de la atleta española más grande de todos los tiempos.

Con solamente un par de entrenamientos en las piernas, los cambios en el método de preparación ya son palpables. En una sufrida época como la pretemporada, Saleta reconoce que los ejercicios son «más intensos» y que le «cuesta más» en el apartado aeróbico. «Son menos horas de trabajo en relación a lo que hacía en Pontevedra, pero de una calidad mayor», comenta.

Además de eso, la atleta del Barça se ha incorporado a un grupo de buenos saltadores de altura, dirigidos por Ramón Torralbo y donde no solo destaca Ruth Beitia. Algo fundamental en este tipo de modalidades, donde el sano pique con los compañeros beneficia a todas las partes. «Antes tenía que hacer las técnicas sola. ¡Me moría del asco!», reconoce Saleta.

Problemas con los horarios

El deseo de la monfortina siempre fue obtener una plaza en el CAR de San Cugat (Barcelona), pero la Federación solo otorga becas a los deportistas con posibilidades reales de ir a los Juegos Olímpicos. «Surgió la posibilidad de ir a Santander y me cogieron en la universidad -estudia Fisioterapia-, entonces hablé con Ruth y con Ramón y me aceptaron encantados», relata la gallega.

En su llegada, Saleta se ha encontrado con un problema de difícil solución: compaginar los entrenamientos con las obligaciones lectivas. «Tengo prácticas por las mañanas y seis horas de clase por la tarde algún día», lamenta. Por si eso fuera poco, tiene una hora y media de viaje hasta la facultad, situada en el municipio de Torrelavega. Actualmente vive en casa de Beitia, que la está ayudando a adaptarse en su nueva aventura.

Aspectos a mejorar

La temporada pasada no fue la mejor para Saleta. Una serie de lesiones le privaron de mantener la confianza y regularidad necesarias para firmar grandes resultados. Borrón y cuenta nueva. Con su nuevo entrenador, Ramón Torralbo, se centrará en perfeccionar varios aspectos técnicos. «Mi fallo principal está en la carrera. Tenemos que corregir los últimos tres apoyos para que no llegue a la batida debajo del listón», puntualiza Saleta. Su mejor virtud es el franqueo, por lo que se centrará especialmente en mejorar la fuerza enfocada a la capacidad de salto, con dos o tres sesiones de circuitos de pesas a la semana, y hacer mucho trabajo de multisaltos.

Su entrenador en Pontevedra, Santi Ferrer, presume del trabajo realizado con su expupila y la define como una atleta «disciplinada y cumplidora». También augura que tras una temporada donde «estaba confusa y sin confianza, este cambio es el mejor revulsivo que pudo hacer».

Marcarse un límite en el salto de altura es una perdición. Para Santi Ferrer, Saleta «tiene todavía un largo recorrido». Con 1,78 metros de mejor marca personal, la monfortina se propone volar este año por encima de la barrera del 1,80 y alcanzar la mínima que le dé pasaporte al Campeonato del Mundo júnior de Kazán. La pelea por todos estos objetivos irán acompañados del apoyo y consejos de su nueva compañera de entrenamiento, su gran ídolo desde que empezó en el mundo del atletismo: Ruth Beitia.