Borrón y cuenta nueva

Alberto Blanco EN ZONA

DEPORTES

11 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Un final terrorífico. Digno de película. Un posencuentro emotivo con 15.000 personas rindiendo pleitesía al mejor jugador alemán de la historia. Un tiro libre fallado a 3 segundos en el único lunar desde esa línea en el partido. Y un sofocón en los últimos cinco minutos. Todo eso sirvió para que España esquivara un verdadero accidente.

Pero sucedió tras muchas incertidumbres. Dos cuartos marcados por la tensión. Reflejada en un sencillo gesto: el tiro. Se nos nota coartados. Tensos. El conocido miedo a perder. Hasta desde la línea de personal. Fallones. A lo mejor todo cambia tras el encuentro de ayer.

Porque la mejor lectura del partido viene de la mano de la aparición de los Sergios. En el primer caso, Rodríguez. El Chacho ofreció ratos de magia. Varias jugadas sacadas de la chistera con fintas, engaños y finalizadas cerca del aro. El otro Sergio, Llull, porque sus mejores minutos coincidieron con nuestro despegue. Son buenas noticias.

Resulta agradable ver lo asentado que está Pau. Pero no Gasol, sino Ribas. Cuantas cosas hace bien! Defensa, intensidad, el más regular en el tiro hasta hoy, el nuevo jugador del Barcelona, parece que lleva años en la selección y no es un novato.

Así a todo, lo que antes hubiera sido un coser y cantar, ahora es un sufrir y rezar. Llegados al minuto 33 y con 13 puntos de renta, nos entró el canguele. Miedo escénico o lo que sea. El aro se cerró. Los alemanes tocaron a zafarrancho. Y menos mal que todo acabó en el único tiro libre errado de Alemania en el partido. Sirvió para decirle adiós a una bestia. Nowitzki se despidió con la menor anotación de su vida. Lloró con amargura. Tremendo crac.

Alberto Blanco es entrenador ayudante de Marcelo Nicola en el Lietuvos Rytas