La caída del imperio del dopaje

Xosé Ramón Castro
X. R. CASTRO REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

DAVID GRAY | Reuters

Las ausencias por sanción reducen de 17 a una las medallas de Rusia en dos años

28 ago 2015 . Actualizado a las 17:20 h.

Rusia ha pasado en solo dos años de encabezar el medallero en el Mundial de Moscú con 17 medallas (siete de ellas de oro) a sumar únicamente una plata después de los seis primeros días de campeonato en Pekín. Es la prueba del algodón para un país acusado de dopaje masivo y que ha visto cómo cerca de un centenar de sus mejores atletas han sido sancionados. En apariencia es el fruto del control antidopaje y del cambio de rumbo obligatorio de las autoridades deportivas rusas, cercadas desde el final de su propio mundial. De hecho, el año pasado en el Europeo de Zúrich ya comenzaron a dar síntomas de debilidad.

A punto de entrar el Mundial del 2015 en la recta final, Rusia se pierde en el décimo octavo puesto del medallero con una única plata para Denis Kudryavtsev en el 400 vallas. A mayores, solo ha conseguido colar a cuatro finalistas más en todo el arco multidisciplinar del atletismo. Porque no ha podido contar por suspensión con bazas seguras como Yulia Zaripova en los 3.000 obstáculos o la campeona del mundo de heptatlón Tatiana Chernova. Dos ejemplos a los que se puede unir toda la cuadra de Viktor Chegin, el gurú de la marcha, conocido como un fabricante de campeones y que ha visto cómo 17 de sus mejores atletas estaban suspendidos por dopaje. Entre ellos, los laureados Olga Kaniskina, Serguéi Kirdiapkin y Valeri Borchin. De hecho, los rusos se quedaron en blanco en la marcha corta masculina, uno de sus caladeros tradicionales.

Rusia ha sido señalada como la primera potencia del dopaje en el informe de la Federación Internacional de Atletismo filtrado a una cadena de televisión alemana. La confirmación de una sospecha que venía de muy atrás en el mundo del atletismo y que ya había sido denunciada por personajes como Víctor Conde, el jefe del laboratorio Balco, que también fue cazado y que ahora colabora con la agencia antidopaje para pillar a los tramposos.

Entre las acusaciones de dopaje incluso se ha apuntado que Rusia recomendó durante muchos años a sus atletas gas xenón, una sustancia que según los estudios aumenta en un día la producción de eritropoyetina en un 160%, lo que significa aumentar el rendimiento deportivo de los atletas.

Confirmaciones

Estas acusaciones han sido arropadas por declaraciones de algún sancionado, como la discóbola Evgenia Pecherina, que llegó a asegurar que «puede haber alguien limpio, pero el 99 % de los atletas rusos, incluso los mejores, acaban cediendo».

Y aunque Rusia ha negado las acusaciones y ha apuntado a un problema global que debe resolver el atletismo mundial, lo cierto se que su cambio de actuación tiene una traducción directa en los éxitos deportivos. Jamás en la historia de Rusia en un mundial de atletismo la cosecha había sido tan baja. El peor resultado hasta la fecha databa de 1995 en Suecia, en donde había regresado a casa con 11 medallas, con cuatro de plata y siete de bronce y sin ningún oro.

Una cifra imposible de alcanzar en el Nido en los dos días que quedan, con sus opciones claras reduciéndose a tres medallas como máximo. Aunque quizás estas sean las de más valor. La colección de Moscú, ganándole incluso a Estados Unidos, ofrece más dudas que certezas.