El microscopio del tiempo

Isidoro Hornillos DESDE EL TARTÁN

DEPORTES

17 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El sexto aniversario del récord del hectómetro de Bolt (9.58) me provoca varias reflexiones. La primera es que los límites del rendimiento deportivo del ser humano, a pesar de reputados estudios científicos que predicen su estancamiento en varias décadas, estarán siempre cuestionados cuando un miembro de nuestra especie, dotado genéticamente, con el adecuado entrenamiento y condiciones periféricas, consagre una parte de su vida a cuestionarlos. Tal vez haya que poner microscopio al tiempo o al espacio y añadir dimensiones más minúsculas, pero los deportistas de competición, a su nivel, necesitan alimentase de retos para mejorar sus límites. 

La segunda es que el gran dominador de la velocidad en este período es el propio Bolt. A falta de consumarse el desenlace de Pekín los datos son irrefutables: se ha colgado el oro en los tres mundiales y en los Juegos Olímpicos de Londres. En todas esas temporadas, además, el jamaicano ha encabezado el ránking mundial. Tan solo en el 2010 y 2014, años en los que no se celebraron estos eventos, los velocistas de EEUU, Gay y Gatlin, lideraron la lista. Quizás sea casualidad y no fruto del acierto de su entrenador, Glen Mills, con respecto al diseño de la planificación deportiva a largo plazo, pero creo que una parte del éxito de su pupilo también es suya.

Por último, lamento que el principal rival de Bolt en la actualidad sea un atleta que ha tenido un pasado turbio por asuntos de dopaje. Tramposo pero constante.  Por ello Gatlin, con 33 años, ha hecho su mejor marca personal. La cara y cruz del atletismo que necesita una regeneración.