El central uruguayo anotó un tanto decisivo ante Italia que permirtió a su selección seguir viva en el torneo
25 jun 2014 . Actualizado a las 01:14 h.En el minuto 81 Diego Godín se elevó sobre todos para cabecear una pelota servida desde la esquina, sacar el billete de Uruguay para octavos de final y mandar a casa a la Italia de Prandelli. El defensa central del Atlético de Madrid no se suele prodigar mucho en ataque, y por supuesto, como casi todos los defensores, no destaca por su capacidad goleadora. En sus siete temporadas en la Liga española (tres en el Villarreal y cuatro en el Atlético de Madrid), ha logrado once goles. Este curso recién terminado ha sido el más fructífero de todos. Logró marcar en cuatro ocasiones en Liga, dos en Copa y uno en Liga de Campeones.
Sus goles, sin embargo, suelen llegar en las grandes citas y en momentos clave. En la jornada 38, un cabezazo de Godín en el Camp Nou sirvió para que el Atlético de Madrid sumase un punto que acabó valiendo nada más y nada menos que una Liga. Una semana después abrió el marcador en Lisboa en la final de la Champions aprovechando una salida en falso de Casillas. Los colchoneros acariciaron la orejona pero en el último suspiro se quedaron sin levantar el título. Ya en el Mundial de Brasil, este martes en Natal, en un partido decisivo ante Italia en el que Uruguay necesitaba el triunfo para seguir con vida en el torneo, volvió a firmar un tanto providencial. A la conclusión del partido, a pie de campo, le restó importancia a este hecho y destacó que el fútbol es un deporte colectivo. Godín, que habló de que mantuvieron la fe, aprovechó los micrófonos de Gol TV para dedicárselo a todos sus compañeros: «Esto es de todos. Y a toda la gente que está en Uruguay», concluyó.
El futbolista del Barcelona Andrés Iniesta, a pesar de jugar en una posición más adelantada, tampoco destaca por su cantidad goleadora a final de temporada pero al igual que Godín, tiene la virtud y la facilidad de aparecer al rescate en los últimos instantes para ayudar a su equipo.